Todo se cuestiona en el Madrid

Amador Gómez MADRID / COLPISA

DEPORTES

Tras las derrotas ante el Barça y en Sevilla, crece la tensión en la casa blanca, con Ancelloti, Diego López, Xabi Alonso y Bale en el punto de mira

28 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

De ser el gran favorito a ganar la Liga antes de caer en el clásico, a convertirse en cuatro días en el tercer aspirante con menos posibilidades de adjudicarse el título. De depender de sí mismo y soñar con el triplete, a quedar a expensas del Atlético y del Barça, con los que tiene el goal average perdido, por lo que el Real Madrid está ahora a cuatro puntos reales de los rojiblancos y a tres de los azulgrana con 24 en juego.

Después de 31 partidos sin conocer la derrota, las dos consecutivas ante el Barcelona y el Sevilla han reabierto el debate de la portería y han llevado al madridismo a buscar culpables: Diego López, Carlo Ancelotti, Xabi Alonso, Gareth Bale... Ahora se exige con más fuerza que nunca la titularidad de ?san Casillas?, se ataca al técnico por su falta de reacción con los cambios y su desprecio a Morata, se critica al referente en el centro del campo por su pobre estado de forma, y se carga contra el galés por estar atándose las botas cuando el Sevilla inició la jugada del 2-1. También Cristiano Ronaldo se enfadó con Bale porque el galés le arrebató un lanzamiento de falta al final, cuando el Madrid jugaba ya a la desesperada, sin cabeza, para intentar evitar un segundo mazazo en solo 96 horas. Tampoco se libran los dos laterales (Carvajal y Marcelo) ni siquiera el famoso tridente ofensivo que no se sacrifica en tareas defensivas.

Ancelotti

El técnico, al igual que su equipo, se ha mostrado incapaz de reaccionar ante los problemas

El Real Madrid se ha quedado sin cintura, en el campo y en el banquillo, en el momento decisivo de la temporada. En el terreno de juego, por los síntomas de cansancio del veterano Xabi Alonso y la debilidad de Modric en los partidos de máxima exigencia, en los que se requiere físico. En la banda, por la incapacidad de Ancelotti para intentar soluciones tácticas y aguantar el resultado cuando el Madrid se puso por delante en el marcador ante azulgrana e hispalenses.

Diego López

Crece la presión para que Casillas recupere la titularidad

El Real Madrid que tanto prometía y que desaprovechó el pasado domingo la oportunidad de aventajar en siete puntos al Barça, se ha quedado sin candado en la portería. Con seis goles encajados por Diego López, del que ahora se dice que no solo no intimida ni impone a los rivales como Casillas, sino que de él no se esperan milagros. También él ha sufrido un bajón importante, con errores, y un sector de la afición clama de nuevo por Casillas. Sin embargo, ahora que el gallego es señalado, sería el momento más inoportuno para sentarle en el banquillo.

Carácter

El técnico pide fortaleza mental para salir de la crisis

Ancelotti pide carácter. Hasta la pasada temporada, el Real Madrid sobrevivía por las paradas de Casillas y los goles de Cristiano. En la presente, cuando no ha ganado a ninguno de los de la cabeza (Athletic y Sevilla incluidos) y, de momento, se ha enfrentado a rivales muy inferiores en Europa, lo había conseguido por la pegada de la BBC y por la mayor solidez en la medular y el eje de la zaga con el irrenunciable 4-3-3, que ya no concedía tantas ocasiones de gol a los contrarios. Sin embargo, excusas arbitrales aparte, en cuanto se ha visto superado en el centro del campo por el Barcelona y sobrepasado en las contras por el Sevilla y ha perdido eficacia en ataque, los blancos han quedado retratados. El técnico italiano solicita «carácter, pero no se trata de un problema de actitud, sino de planificación, de poderío físico y, también, de una menor profundidad de banquillo tras las graves lesiones de Jesé y Arbeloa.

Fragilidad

En Sevilla hubo debilidad en defensa y también en el centro del campo

Faltó Sergio Ramos en el Sánchez Pizjuán y la defensa, sin contundencia en el eje y ofensiva en los laterales, al contrario que en la primera parte en el Calderón con el error reconocido por Ancelotti al alinear a Arbeloa y Coentrao, volvió a flaquear. En el medio campo, sin Di María, reconvertido por el entrenador a interior izquierdo porque Bale tiene que un puesto garantizado aunque no se asocie y apenas entre en juego, Ancelotti modificó las posiciones y desplazó a Modric a esa banda para colocar a Illarramendi en la derecha, pero esa línea de tres creó poco y contuvo aún menos.