Mauricio Sulaimán: «El boxeo dignifica a la persona»

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

Anuncia una visita a Galicia antes de junio acompañado de algún campeón

23 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Su padre José humanizó el boxeo desde la fundación y presidencia de uno de los cuatro grandes organismos rectores del pugilismo planetario: el Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Tras su repentino fallecimiento a mediados de enero, Mauricio Sulaimán (México, 1969) le releva protegiendo al deportista (no solo físicamente, obsesión de su progenitor) y afronta un reto superlativo, la conservación del deporte en sus dos vertientes, amateur (olímpica) y profesional. Para reforzar su discurso anuncia una visita a Galicia antes de junio.

-¿Le condiciona la figura de su padre?

-Me compromete y me motiva. Continuaré con sus mismos valores de honorabilidad. Tras su labor, ahora hay prioridades como España. Países que han tenido alto nivel de boxeo y ahora viven momentos complicados, en los que hace falta gente como Manolo Planas, para reactivar el pugilismo, porque talento hay.

-¿Peligra el boxeo en España?

-El riesgo existe, es real. Los cambios en patrocinios afectaron a este deporte. Pero nada es imposible, solo hay cosas que llevan más tiempo. Pero sería incapaz de decir cuánto, de marcar un plazo. Uno nunca sabe cuándo va a salir el próximo Mike Tyson.

-¿Está dividido este deporte?

-El daño lo está causando el monopolio de la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (AIBA). Utilizan el poder que tiene sobre el boxeo olímpico para presionar a las federaciones nacionales y obligarles a romper su relación con el boxeo profesional. Esto puede ser letal. Y ha sucedido en España. Yo incluso dudo de que sea legal.

-¿Qué propone al respecto?

-Continuar el legado de mi padre. Dedicó su vida a humanizar y dignificar este deporte. Protegió la integridad de boxeador con reglas técnicas y ahora me toca a mí hacerlo con cuestiones administrativas. Lo peor del boxeo son los que ven a los deportistas como mercancía, como un producto, nada más que un negocio. Apoyamos a los países sometidos a la amenaza, como Canadá.

-¿España recuperará su nivel de boxeo?

-Sin duda. Es país de tradiciones, de valientes. Hay que devolverle a su lugar con pasos sólidos y firmes desde los jóvenes hasta los profesionales. Por eso, acudiré con algún campeón como Tyson, Maravilla, De la Hoya... Para que apoyen esa labor.

-¿Alguno resume sus valores?

-Un boxeador necesita tener hambre, entregarse en cuerpo y alma. Representa a su familia, pueblo, ciudad y país. Debe ser más valeroso que un individuo común. No es para cualquiera. Pero no es cuestión de físico. Va en los genes. El boxeador está dentro de uno mismo. Desde Alí, al más humilde. El verdadero púgil siempre honra a su rival. El boxeo dignifica a la persona. Es un deporte único.

-Muchos no tienen esa imagen.

-El preconcepto es que es un deporte sucio, mafioso, de amaños, y la sociedad le niega oportunidades. El femenino es un ejemplo de ese sacrificio extra, partiendo de la clandestinidad, después sin mucha ayuda de los púgiles hombres ni para ejercitarse y competir en lugares compartidos. El boxeo es un continuo remar a contracorriente.