Eficacia todavía no probada

Pedro Manonelles EL EXPERTO

DEPORTES

25 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El uso del xenón como estimulante para la secreción de la epo no está documentado a nivel científico hasta hoy en las bases de datos internacionales. En caso de demostrarse, su utilización sería, por tanto, un caso más en el que los tramposos van por delante de la investigación clínica.

Sobre las aplicaciones del xenón hubo dos épocas de investigación. En los 70 se realizaron trabajos por sus efectos anestésicos, pero se abandonaron dado el elevado coste de las aplicaciones que tenía.

En los últimos años se reactivaron líneas de investigación porque es un gas con efectos muy interesantes como sustancia neuroprotectora y resulta efectivo en el tratamiento de agresiones neurológicas en niños con problemas de anoxia en el nacimiento -escasez de oxígeno con secuelas terribles para el cerebro-. También tiene efecto cardioprotector en el riñón si ha sido sometido a agresiones médicas importantes en cirugías. Solo en ese sentido podría pensarse que pudiera existir una conexión con el tema de la epo, pues el xenón podría mejorar la oxigenación de los tejidos propiciando de forma indirecta un efecto a nivel aeróbico en algunas disciplinas, algo aún no demostrado.