«No me siento cómodo en la cancha», reconoce el base de los Timberwolves
19 ene 2014 . Actualizado a las 19:42 h.Ricky Rubio atraviesa su peor momento desde que llegó a la NBA. Peor incluso que los meses de baja después de su lesión de rodilla en su temporada de novato. Con tres años ya de experiencia en el baloncesto estadounidense, el base catalán ha perdido la sonrisa. Y su bache de juego coincide con la pérdida de fuelle de sus Minnesota Timberwolves, que se quedan lejos del objetivo marcado al inicio de campaña: meterse en play offs por primera vez desde que Kevin Garnett dejara la franquicia.
«Voy a ser sincero. No me siento cómodo en la cancha. No estoy siendo yo mismo y el equipo lo está notando. Tengo que volver a ser el que era. Trabajo para ello. Es algo que he perdido y es duro para mí», explicó a Associated Press. Ni siquiera la victoria de la pasada madrugada sobre los Utah Jazz (98-72) y la buena actuación de Ricky Rubio (seis puntos, nueve asistencias y ocho rebotes en pocos minutos de juego y alguna jugada brillante para los highlights) aplaca las críticas, desde fuera y autoimpuestas, al base catalán.
«Sé que tengo que ser profesional, pero sólo quiero divertirme. Y ahora es difícil encontrar esa diversión», ahondó Ricky Rubio, camino de convertirse en el jugador con peores porcentajes de tiro de campo en la historia de la NBA, lastrado por su incapacidad para anotar cerca de la canasta y en la media distancia a pesar de su mejoría en los triples. Pero además de su escasísima anotación (por debajo de los 9 puntos de media por partido), Ricky Rubio ha perdido parte de su magia, la misma que le incluía habitualmente entre las mejores jugadas de la semana a pesar de que sus Timberwolves quedaban lejos de los titulares por las derrotas acumuladas.
Hasta el punto de que el entrenador de Minnesota, Rick Adelman, mostró públicamente su enfado con él después de la derrota en casa ante Sacramento y luego sentó a Ricky Rubio todo el último cuarto de la derrota ante los Raptors en Toronto. Se esperaba más del catalán en la temporada en la que tanto él como Kevin Love estaban totalmente sanos y recuperados de sus lesiones, y los Wolves habían renovado con un gran contrato a Nikola Pekovic y fichado al tirador Kevin Martin. Pero los Wolves han perdido los once partidos que se decidieron por 4 puntos esta temporada, incapaces de tomar las decisiones adecuadas, y los dedos señalaron a Rubio.