Afinales de los ochenta, cuando Fernando Santos ya se había comprometido con el Compos pero aún no había tomado posesión del banquillo, se acercó a ver un partido de Copa Galicia en Santa Isabel y contó los espectadores: 189. Un lustro después había campo nuevo y vio como se llenaba en alguna ocasión, siempre de muy alto copete.
Esta tarde hará el saque de honor Javier Bellido, uno de los futbolistas que fue protagonista de la década de oro azul y blanca y que también vivió, desde el césped, alguno de aquellos llenos.
Aquel Compos que llegó a tocar la gloria también vivió momentos de zozobra y estuvo muy cerca del naufragio. No obstante, salió a flote, viene de firmar dos ascensos consecutivos y ahora el desafío quizás sea la consolidación.
No es fácil reconquistar el terreno. Pero el horizonte era mucho más negro en Preferente, con deudas y sin expectativas. Y el club encontró una salida, de la mano de Antonio Quinteiro.
Pensar hoy en un San Lázaro lleno semeja tan utópico como podría parecerlo a finales de los ochenta. Algo menos, porque entonces ni siquiera estaba planificado el estadio.
En las últimas jornadas la afluencia de público a las gradas se está situando en torno al millar de espectadores. Y no es un dato alentador, pero sí una base para seguir creciendo. Tanto el trabajo realizado por la directiva como por el equipo en las últimas campañas merecen un respaldo creciente. Y esta tarde es una buena oportunidad para disfrutar del Compos y de una de las grandes escuelas de fútbol como es la del Sporting, y para valorar lo que el club está recuperando.