El equipo apenas ha perdido dos partidos de Liga con él sobre el campo en el 2013
05 nov 2013 . Actualizado a las 17:20 h.El Dépor disfruta del talismán de Marchena, que abrió la segunda victoria en Riazor con un remate inverosímil. «Me llega el balón y hay que sacarlo de ahí. Era para cortar el contragolpe», explicó ayer, antes de que siquiera pudiera ver por televisión esa volea de espaldas desde la frontal del área que se coló en la portería del Castilla. El defensa se había destacado como internacional como un seguro de buenos resultados para la selección española y ahora se convierte en el amuleto de su equipo, que apenas ha perdido dos partidos de Liga con él sobre el campo en el 2013, cuando los coruñeses bajaron a Segunda.
El choque contra el filial del Madrid era la tercera jornada en que participaba, después del 1-0 frente al Alcorcón (la única victoria que contaba su equipo como local hasta el domingo) y el 0-1 en Barcelona. Con anterioridad a estos, aún en Primera, Marchena jugó nueve partidos y el Deportivo ganó cinco y empató dos. Además, el futbolista marcó dos goles en los triunfos contra el Mallorca y el Zaragoza. El otro suceso por el que lo recuerda la hinchada llegó contra el Celta en Riazor, cuando recibió la agresión de Aspas y el Deportivo comenzó a ganar el derbi.
Con la selección
El condición de Marchena como amuleto para su equipo no es nueva. Ya disfrutó de este carácter con la selección española, en cuyas filas conquistó la Eurocopa del 2008 y el Mundial del 2010. Entre el 2002 y el 2011 el central disputó 69 partidos, de los que únicamente perdió dos: contra Grecia en el 2003 y el último de su trayectoria con la camiseta roja, frente Argentina en el 2010. Con él sobre el césped España cosechó 54 victorias y 12 empates, mientras solo perdió tres partidos: uno de fase de clasificación para la Eurocopa del 2004 contra Grecia y dos amistosos, frente a Argentina y a Portugal.
Ahora vuelve el mejor Marchena, cuando a los 34 años acaba de marcar el gol más espectacular de su carrera y sigue comportándose con la humildad de un debutante: «Insua es muy tímido y hablo mucho con él para que no se equivoque las veces que lo he hecho yo, que han sido muchas». Habla el talismán del Dépor.