Quique Setién otorga a los futbolistas todo el mérito de los resultados
28 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Contento, pero sin euforias. Quique Setién mostraba su satisfacción por el resultado, por ocupar la segunda posición, por el esfuerzo de sus jugadores, a los que otorga todo el mérito de una campaña impecable. «Para nosotros, es un milagro estar ahí arriba», decía un entrenador seguro de que vendrán tiempos peores, y quiere aprovechar todo lo que siga llegando. «Nosotros tenemos una idea, que está dando sus frutos. Tratamos de dar muchas alegrías a nuestra afición. Pero pierdes dos partidos y cambia la cosa», advirtió.
«Todo lo que tenemos ahora es circunstancial», incidía el preparador santanderino, quien se permitía un ramalazo de retranca galaica: «Pensé en dimitir hoy mismo, la cosa estaría bastante bien... Para nosotros estar ahí arriba no sé si es una broma. Ni soñábamos que fuera a pasar esto».
Pero el sueño se eleva desde hace ya un buen puñado de jornadas, y nadie quiere despertarse. Aunque el Sabadell estuvo a punto de hacerlo, en la segunda parte. «Son buen equipo, ya lo había advertido -dijo-, tiene buenos futbolistas, y en la segunda parte nos pusieron en un compromiso serio, en la que tuvimos que hacer un ejercicio de resistencia. No pudimos tranquilizar el partido y pudo haberse resuelto por un empate».
Superó la prueba el equipo, aunque con jugadores muy cansados. A los que Setién otorgó todo el mérito, pese a los elogios hacia su persona: «Enorgullece que los compañeros de profesión hablen bien de uno. Y lo agradezco. Pero lo importante de verdad aquí son los futbolistas».
Además, el técnico reconoció el buen hacer de José Juan, clave: «Sé que tengo dos porteros extraordinarios. De los mejores de la categoría. Todas las jornadas tengo muchas dudas, y lo resolveré como buenamente pueda. El primero que se alegró del partido que hizo José Juan fue Dani Mallo».
Javier Salamero
Javier Salamero, entrenador del Sabadell, expresaba que su equipo hizo méritos para llevarse algo positivo del Ángel Carro: «Creo que no merecimos el castigo de la derrota».