Con genio, temperamento y con un plan

s. v. g. redacción / la voz

DEPORTES

10 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Juan Carlos Rodríguez Cebrián es algo más que el sobrino de Amancio Ortega. Es cierto que está casado con Dolores Ortega, sobrina del presidente de Inditex, pero no lo es menos que este empresario ha logrado tener una personalidad pública propia y lejana al primer accionista de la multinacional textil de la moda.

Cebrián dio sus primeros pasos empresariales en la matriz de Zara, donde llegó a ocupar el cargo de director general. Conoció perfectamente la gestación para la salida a Bolsa de la compañía, proyecto que pilotó José María Castellano desde su cargo de vicepresidente. Ambos acudieron el 23 de mayo del 2001 al parqué madrileño para la puesta de largo de Inditex en el mundo financiero.

Fue todo un éxito, hasta tal punto que, de repente, comenzó una lluvia de dinero en la comunidad gallega procedente de la venta de acciones que directivos y trabajadores habían realizado en los días posteriores a la colocación. Cebrián se convirtió entonces en, simplemente, multimillonario.

De hospitales a inmobiliarias

En ese momento llegaron las inversiones de todo tipo: hospitales, centros comerciales, hoteles, inmobiliarias... Cada día protagonizaba noticias. Una de sus apuestas más importantes fue su entrada en el capital de Fadesa, compañía que Manuel Jove había vendido a Fernando Martín. Este y Cebrián coincidieron como accionistas en el consejo de administración de una inmobiliaria que, con el estallido de la crisis, entró en barrena y protagonizó la primera gran suspensión de pagos de la historia de España.

Surgieron así graves e insalvables problemas entre ambos. Según se reveló en aquel momento, Cebrián no estaba «en absoluto de acuerdo con la manera de gestionar la compañía por parte de Fernando Martín». Así lo hizo saber, y se enfrentó. Como en otras ocasiones Cebrián dejó constancia de que dice las cosas cuando no le gustan y siempre lleva un plan con el que enmendar la situación.

Su genio y temperamento invitan a pensar que es un hombre de fuerte carácter al que le gusta imponer. Sin embargo, este ejecutivo es consciente de que los enfrentamientos generalizados no son nunca positivos para el desarrollo de un proyecto, de una empresa.

Intentar la supervivencia del Real Club Deportivo de La Coruña, su equipo, podría ser su próxima gesta. Cebrián asegura que no lo tiene decidido, pero lo que parece seguro es que ya tiene un plan.