El fútbol playa es un deporte en expansión y en buena medida, los gallegos han contribuido a que España se codee con la élite mundial de este deporte. La selección española ha sido el trampolín que lanzó a jugadores como Miguel Santiso Kuman (A Coruña, 1991) hacia clubes como el Colosseum de Roma o el Santos FC de Brasil, club con el que ha disputado dos Mundialitos y goza de todas las opciones para el tercero.
-¿En qué momento está?
-Entrenando con mis compañeros de selección como Amarelle y Nico, para mantener el nivel y llegar en la mejor forma al Mundialito de clubes y la Intercontinental de selecciones.
-¿Seguirá más tiempo fuera?
-Ojalá que no, pero ahora mismo no nos queda más remedio que salir de Galicia e incluso de España, e ir a jugar a países como Italia o Rusia con competiciones con más medios y patrocinios.
-Ha extendido su actividad al banquillo. ¿Qué le aporta?
-Entrenar siempre me ha gustado, poder enseñar y ayudar a los niños todo lo que esté en mis manos. Me encanta y creo que en el futuro podrá contribuir a difundir y consolidar el fútbol playa. Me encantaría ser un ejemplo para jóvenes que se planteen dedicarse a este deporte y sigan nuestro camino como yo seguí en su día el de jugadores como Amarelle, Nico y Roberto.
-¿Cuáles eran sus objetivos al irse de Galicia y cuáles son ahora?
-Al irme de Galicia pretendía poder jugar de forma contínua y específica al fútbol playa, y la única manera era en las Ligas que están más avanzadas, ofrecen más ayudas y duran más tiempo.