El dirigente asegura que este nuevo curso será «un año de aprendizaje»
21 sep 2013 . Actualizado a las 11:40 h.Llegó, vio y venció. Antonio Quinteiro rescató al Compos de la UVI, le dio vida, le compró ropa nueva y le hizo recuperar en muy pocos meses el crédito que había perdido tras años de penurias económicas y desastres deportivos. El presidente, después de dos ascensos consecutivos, confía ciegamente en el éxito de su escudo. «Haciendo bien las cosas el Compostela puede volver a tener el equipo que siempre ha querido ser», confiesa el mandatario.
-Lidera usted un nuevo proyecto, que visto desde fuera vuelve a ser muy ilusionante.
-La base del año pasado ha dado solvencia a este grupo y la suma de los jugadores que llegaron completa una plantilla de gran nivel, con futbolistas de calidad y mucho compromiso. Acertamos en la elección de los jugadores y estamos muy contentos con el trabajo que se viene realizando.
-Le veo muy optimista.
-Es nuestra primera temporada en Segunda B, con equipos de mucho peso y experiencia. Será un año de aprendizaje. Ya veremos qué pasa en junio.
-Eso mismo dijo el año pasado a estas alturas y al final se logró el segundo ascenso consecutivo.
-La temporada pasada teníamos el mismo miedo, pues era una Tercera División de gran nivel. Estaba muy caro el ascenso. El cuerpo técnico hizo una buena gestión de la plantilla y los jugadores llegaron a la fase final con un nivel muy alto. Se cumplió el objetivo, pero siempre con la misma prudencia y honradez con la que afrontamos este nuevo proyecto.
-Son muchos los que coinciden en señalar que el Compos es uno de los favoritos al ascenso. ¿Lo ve usted así?
-El objetivo es competir de la mejor forma posible y que la afición esté contenta con nuestro juego. La afición está despertando poco a poco y queremos ganar su cariño. En el campo no se demuestra, de momento, pero en la ciudad se sigue de cerca al Compos y eso es bueno.
-¿Cuál es su secreto para hacer de este Compos un equipo ganador?
-Este año va a ser mucho más difícil que los dos anteriores. El éxito siempre se basa en el trabajo y el esfuerzo de todos. Este año habrá que realizar doble o triple esfuerzo. Si trabajamos así y las cosas nos salen bien, el Compos podrá estar entre los cuatro primeros para disputar la fase de ascenso. Nuestra filosofía es salir cada día al campo para hacerlo mejor que el anterior. Con seriedad y mucho compromiso, por supuesto. El Compos siempre tiene que salir a ganar.
-Desde su llegada, el Compos ha recuperado el crédito que había perdido y ahora los futbolistas llegan encantados de nuevo a la ciudad. ¿Qué hizo usted para que haya cambiado así el club?
-Hay que cumplir siempre lo que se promete y con muchísimo esfuerzo estamos trabajando cada día. Queremos involucrar al mayor número de empresarios y aficionados para consolidar este proyecto. Cada día se suma más gente y es la forma de conseguir un club sólido y fuerte. Para llegar a Segunda División todos tenemos que sumar.
-Habla de llegar a Segunda. ¿En alguno de sus sueños se ha visto como presidente de un Compos de Primera División?
-El año pasado soñé cada noche con ser presidente del Compostela en Segunda División B y eso fue una realidad en junio. Ahora seguimos trabajando para que el proyecto sea en un corto plazo de Segunda División.
-El Compos le sale cada año muy caro a Antonio Quinteiro. ¿Se cansará de rascarse el bolsillo?
-He realizado un gran esfuerzo personal y económico, sin duda. Pero desde el principio estábamos convencidos de que el Compos tenía que regresar al lugar que le corresponde. Por eso, desde el instante inicial me involucré en este proyecto como hago en tantos otros que a lo largo del tiempo trato de llevar adelante. Cuatro o cinco personas le dimos fuerza a este club, pero que todo el mundo sepa que esto es un proyecto de una ciudad, no de Antonio Quinteiro. Claro que estoy orgulloso de ser el motor de su resurgir.
-Vivía y trabajaba en México y de repente apareció como presidente del Compos. ¿Qué fue lo que pasó realmente para cruzar el charco de esta forma?
-Fue todo un poco de forma accidental. Hace muchos años mi familia emigró y eso siempre es muy duro porque dejas muchas cosas atrás. A mi vuelta a Santiago mi hijo quería jugar al fútbol y busqué el Compostela. Llegué aquí y ni siquiera se llamaba así. Era el Campus Stellae. Cuando vi eso pasaron muchos recuerdos por mi cabeza y recuperé muchos sentimientos. Entonces, decidí dar el paso, aunque es posible que no lo hubiese hecho si desde el principio supiese cómo estaba el club. Pero claro que no estoy arrepentido de haberlo decidido así.