La grieta que amenaza al Madrid

Madrid, Redacción / EFE, La Voz

DEPORTES

Las relaciones entre Mourinho y Casillas parecen definitivamente rotas.
Las relaciones entre Mourinho y Casillas parecen definitivamente rotas. ángel díez < / span>efe< / span>

Las diferencias entre Mourinho y Casillas enturbian el vestuario blanco

02 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El desencuentro entre José Mourinho e Iker Casillas sigue sumando nuevos capítulos, curiosamente cuando el segundo ya parece recuperado de la lesión en la mano sufrida hace dos meses y cuando se acerca el momento más álgido de la temporada.

Y es que al «alta médica» de Casillas respondió el técnico que el meta no irá convocado para el partido de Liga de Campeones ante el Galatasaray. Mourinho no se quedó ahí. Defendió la titularidad de Diego López, al apuntar que había realizado «otra vez, un partido importante», y que jugando como lo está haciendo «hay que ser honestos» con los jugadores y es «muy difícil que salga de la portería». Frases que parecen dejar claro que para Mourinho el «alta médica» de Casillas no quiere decir su «alta en la titularidad», lo que de nuevo alimenta el hipotético desencuentro entre ambos.

Un distanciamiento claro

El distanciamiento entre Mourinho y Casillas, pese a que ni uno ni otro abiertamente lo reconocen, es obvio. El desencuentro viene de lejos, pero la disparidad entre ambos se hizo más palpable que nunca cuando Mourinho sentó a Casillas ante el Málaga, en la última jornada liguera del 2012 (22 de diciembre). En ese momento, el técnico portugués explicó la ausencia de Iker como una «decisión técnica», apuntando que el hasta entonces suplente, Antonio Adán, estaba mejor. Un debate que duró todo el periodo navideño.

La suplencia de Casillas ante el Málaga y la Real Sociedad, en lugar de ser vista como un toque de atención deportivo a su capitán -ya con la liga prácticamente perdida- ha sido traducido como un castigo, no precisamente de matiz técnico. Con anterioridad, los desencuentros entre Mourinho y Casillas habían llenado ya páginas. Uno de los más importantes llegó con la llamada telefónica que el portero mantuvo con su compañero de selección, y amigo, Xavi Hernández, para «firmar la paz» tras la vuelta de la Supercopa de España, en agosto del 2011.

Apenas se dirigen la palabra

Tampoco le hizo mucha gracia a Casillas que el técnico no valorase en ocasiones sus actuaciones ni que apareciesen informaciones apuntando a que el portugués consideraba al meta como uno de los filtradores del vestuario. Ahora mismo, la continuidad de uno parece depender de la marcha del otro,. En los últimos días también ha trascendido que el técnico ni siquiera se ha dirigido al portero para interesarse por su estado físico.

Ahora, con Casillas con el alta médica y en busca de una oportunidad de evidenciar su total recuperación, las próximas semanas son vitales para comprobar si la grieta entre ambos aún tiene o no arreglo. Lo que está claro es que el madridismo parece dividido entre los pro-Mou y los pro-Casillas.