La decisión de Suso Morlán y David Cal parece firme, aunque desde que se conoció públicamente han sido muchas las voces que han llegado desde las altas instancias del deporte español para intentar evitar que se vayan a Brasil.
-Si finalmente se van a Brasil, ¿cuando lo haría?
-Primero iría Suso, y una semana después iría yo. La previsión es estar a principios de marzo allí. Pero tenemos una conversación pendiente con el Consejo Superior de Deportes, y hay que escucharlos. No nos vamos a ir por la puerta de atrás y cerrando puertas a todo el mundo.
-Han surgido muchas voces pidiendo que usted se quede...
-Es cierto. La Xunta de Galicia, el Ayuntamiento de Cangas, la Diputación de Pontevedra, el Consejo Superior de Deportes, el Comité Olímpico Español... Todos quieren que nos quedemos y están mediando para que lo hagamos. Pero hay otra parte que está contaminando y es la que nos echa más para atrás.
-Si la situación no se hubiese enquistado tanto, ¿dónde preferiría preparar este ciclo olímpico, en Pontevedra o en Brasil?
-En cuanto a medios, allí tendremos todos los posibles, pero nosotros tampoco pedimos demasiado. Aquí las instalaciones en las que trabajamos son modestas, pero estamos a gusto y muy tranquilos. Además, yo tengo a mi familia en Cangas, y viviendo en Brasil estaría lejos de ellos. Pero, por otra parte, el invierno allí es más llevadero para entrenar. Y hay que tener en cuenta que lo haríamos en la pista en la que se disputaránm los JuegosOlímpicos, que es algo muy importante.