El pívot pucelano visita al Breogán como referencia en el juego de los extremeños
19 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El regreso de Roberto Morentin a Lugo es una constante, temporada tras temporada, desde que dejó el Breogán, allá por el curso 2008-2009. Desde entonces, ha visitado el Pazo con la camiseta del Melilla, Murcia y Menorca. Pasado mañana, lo hará con la de Cáceres. Y de los extremeños se ha convertido en principal referencia de su juego, con toda la confianza del entrenador, Carlos Frade.
Morentin es el máximo anotador de los cacereños. «Han apostado muy fuerte por mí, y yo trato de corresponder. Siempre hay partidos malos, y es muy fácil estar con uno en la buena racha, cuando sale todo, pero el entrenador me ha dado su confianza en los malos momentos», explica el pívot.
Esta vez, su llegada a Lugo coincide con un cambio de ciclo, de entrenador en el Breogán. Una circunstancia que, reconoce, le ha «sorprendido». «He tenido a los dos como técnico. A Pepe, de ayudante en Murcia en la ACB, y a Lisardo también, en el Breogán», repasa Morentin, que desea a Gómez suerte en su nueva etapa.
Cree, eso sí, que en el partido de pasado mañana no habrá tiempo material para que se note una variación significativa en el juego de los celestes. «Se empezará a ver luego, después del parón navideño», explica. Y prefiere no recurrir al «tópico futbolero» de a entrenador nuevo... Pero sí estima que en la actitud de los jugadores puede haber una variación, sobre todo entre los que hubieran tenido un rol más secundario. «Siempre se querrá hacer méritos, aunque Lisardo no es exactamente un entrenador nuevo para ellos, al estar en el cuerpo técnico», indica.
Irregularidad general
A la hora de analizar la irregularidad del Breogán en esta temporada, asegura que es una tónica que se están encontrando la mayoría de los equipos en esta LEB Oro. Apenas se libra un Andorra del que ya no cree que sea una sorpresa su rendimiento.
De todas formas, le parece que su exclub ha conformado una plantilla muy competitiva, de la que destaca la recuperación de Winchester, «que está haciendo un trabajo estupendo». Además, elogia a sus adversarios en la pintura, un juego interior «al nivel de los mejores de la categoría».