Messi adelanta el futuro

Agencias

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Efe

Müller se alegra de que «el mejor del mundo» haya roto su récord de goles, una plusmarca que puede adelantar otras

10 dic 2012 . Actualizado a las 18:35 h.

El año no terminó aún y sus cifras pueden aumentar, pero un 2013 de nuevos récords y desafíos se perfila ya en el horizonte de Leo Messi. Empeñado en derribar cada barrera que se le pone por delante, el jugador del Barcelona dio la razón a su compañero Gerard Piqué -«es un extraterrestre», dijo del argentino- y firmó el domingo un récord de otro mundo al alcanzar los 86 goles en un año natural.

«Inmortal», «sobrenatural», «inigualable», «animal»: la prensa de todo el mundo agotó los elogios para describir a Messi, que derribó una marca fijada hace 40 años por el legendario delantero alemán Gerd Müller. «Quedan algunos partidos, espero convertir alguno más para intentar dejárselo un poco más difícil para el que viene», avisó Messi nada más anotar al Betis los dos goles que sellaron el récord y el triunfo de su equipo por 2-1.

Al argentino todavía le quedan tres partidos antes de fin de año: uno en Copa del Rey, ante el Córdoba, y dos en la Liga, ante Atlético de Madrid y Valladolid.

Hasta el mismo Müller se rinde al argentino. «Tuve mi récord durante 40 años. Ahora Messi, el mejor jugador del mundo, lo ha roto. Me alegro por él», dijo Müller en declaraciones difundidas por la revista De Spiegel en su edición digital. Müller calificó a Messi de «gigante» y de «jugador increíble» y le deseó que siga marcando goles en los partidos que quedan en el 2012 y que tenga su récord también durante 40 años. «Messi es fantástico. En realidad sólo tiene un error y es que no juega para el Bayern de Múnich», dijo el legendario jugador alemán.

Sabiendo que Messi lleva una media de 1,3 goles por partido este año, se podría especular con la posibilidad de que cierre el año con una cifra redonda de 90 tantos. Pero sucede que esta temporada Messi aumentó su promedio considerablemente y, por ejemplo, en la Liga española ya suma 22 goles en 15 partidos, con una media de casi 1,5 tantos por encuentro.

Si el próximo año juega los mismos 69 partidos con los que presumiblemente cerrará este, y manteniendo el mismo promedio que ahora lleva, el argentino alcanzaría la increíble cifra de 103 goles anotados. A sus 25 años, Messi es el máximo artillero histórico del Barcelona con 283 goles, tiene el récord de tantos en una temporada en la Liga con 50 y también el de la Liga de Campeones con 14.

Más récords para Messi

En el punto de mira están marcas como los 251 goles en Liga de Telmo Zarra (el argentino lleva 192), los 71 en Champions de Raúl (Messi suma 56) o los 56 con la selección de Gabriel Batistuta (el atacante del Barcelona tiene 31). El siguiente récord está a la vuelta de la esquina, pues Messi es el indiscutible favorito para ganar el 7 de enero el galardón al Balón de Oro. Sería el cuarto consecutivo de su carrera, una cifra que nadie consiguió antes.

Sin embargo, Messi no parece demasiado preocupado por mantener esa recordmanía que él mismo alimentó y, según manifestó tras superar a Müller, su objetivo es «poder conseguir a nivel de equipo la Liga, la Copa y la Champions». El próximo año está lleno de retos «ilusionantes», adjetivo utilizado por el propio jugador para hablar de su futuro.

La final de la próxima Liga de Campeones se disputará en el emblemático campo londinense de Wembley, la ciudad donde el Barcelona conquistó dos de sus cuatro Champions, incluyendo la primera (1992) y la última hasta la fecha (2011). También está su empeño personal por liderar a la selección argentina en el camino hacia el Mundial de Brasil 2014, donde a los 27 años afrontaría quizá el momento más importante de su carrera: ganar el título mundial en Maracaná.

«Messi86», tituló Página/12 en su suplemento deportivo, Líbero, apelando a la tipografía que se utilizó en el Mundial de México 86, aquel que de la mano de Diego Maradona le dio a la Argentina su segundo título mundial. Müller marcó en la final del Mundial de 1974, en la que Alemania se impuso por 2-1 a una Holanda que parecía invencible. Fue la cima de su carrera, también dos años después de lograr el récord que Messi engulló en el 2012.