El Madrid ya acumula tantas derrotas como en la campaña pasada

La Voz

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La derrota ante el Betis hizo que el equipo blanco alcanzase la cifra de cinco partidos sin puntuar

26 nov 2012 . Actualizado a las 12:30 h.

Jornada de reflexión en el Real Madrid tras sufrir en el Benito Villamarín la quinta derrota de la temporada, las mismas de todo el curso pasado. Un choque ante el rehabilitado Betis, que vuelve a poner en el punto de mira a Mourinho, si bien el técnico trata de desviar el foco hacia asuntos como los árbitros, el calendario, las aficiones, los jugadores o la falta de una persona de su absoluta confianza en el Real Madrid.

Acabado el choque que puso la Liga en bandeja de plata sl Barça, Mou no se refirió a las claves futbolísticas y desvió el discurso. Su falta de fe en Özil, al que volvió a señalar al sustituirle en el descanso, quedó sin argumentaciones en el post partido. Modric y Kaká no mejoraron las prestaciones del alemán.

El Madrid lleva tantas derrotas como en los nueve meses estelares del año pasado. Antes de este último tropiezo, el Madrid ya había perdido ante el Barcelona, en Supercopa, el Getafe y el Sevilla, en Liga, y el Dortmund, en Champions. A estas mismas alturas, el año pasado, sin Modric, solo llevaba dos derrotas: con el Barcelona, en la Supercopa, y contra el Levante, en Liga.

Actuación en Sevilla

Sus detractores argumentan que Mourinho ejerció de actor tras la última derrota al salir al campo para felicitar, uno a uno, a los jugadores del Betis y aplaudir a su afició. «Los béticos se dejaron todo lo que tenían y lucharon con espíritu de sacrificio enorme. Ellos no tienen culpa ni del gol mal anulado a Benzema, ni del claro penalti no señalado», explicó el luso. Aunque dejó sentado que él nunca pone excusas.

Criticó el calendario, a su juicio manejado por el Barcelona, aunque no lo nombró.

«Aquí solo hablo yo, como después del partido ante el City. Por eso siempre soy el malo», añadió. Quejas de un hombre con absoluto control en el Madrid, tanto que se cargó a Valdano, se convirtió en mánager general y el sábado decidió que los jugadores no hablasen hasta que él les diera el argumentario en el vestuario del Villamarín.