El Obradoiro lleva el éxtasis a Sar ante el Cajasol

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO DE COMPOSTELA

DEPORTES

Álvaro Ballesteros

Arrolló a los andaluces y sigue en la zona noble

20 jun 2013 . Actualizado a las 09:06 h.

El Obradoiro logró en la quinta jornada su cuarta victoria del curso, las mismas que firmó la pasada temporada en toda la primera vuelta. Y lo hizo llevando el éxtasis a un Multiusos de Sar que disfrutó desde el minuto uno hasta el cuarenta con un equipo que fue un ciclón en ataque y que no dejó de defender en ningún momento. En el ecuador del último cuarto, con 82-61 en el marcador, obligó al Cajasol a agotar la posesión.

La de ayer fue una sinfonía de baloncesto interpretada por todo el colectivo de Moncho Fernández, pero hubo dos solistas que se llevaron los aplausos más sentidos: uno, el veterano Oriol Junyent, que sigue jugando con las ganas de un juvenil y la cabeza de un científico; el otro, Alberto Corbacho, el Reggie Miller del conjunto santiagués, pura magia desde detrás de la línea de 6,75 metros.

Uno de los responsables de que el grupo afinase como nunca fue Andrés Rodríguez. El base puertorriqueño fue el dueño absoluto del primer cuarto, quizás el mejor que se le recuerda al Obradoiro en su historia en la ACB. Puso la velocidad que más interesaba, anotó, repartió juego y minimizó a los bases rivales. El parcial de los primeros diez minutos fue 27-12.

Iba todo redondo y lo cierto es que el partido fue muy rodado, pero hubo un momento en el que el conjunto de Aíto García Reneses amenazó con poner el aliento en la nunca santiaguesa. En el arranque del segundo cuarto, con un triple de Tepic, un dos más uno de Satoranski y un par de penetraciones hasta el aro, los sevillanos se acercaron a ocho.

Kendall tenía ya dos personales y Moncho Fernández optó por dar descanso a Andrés Rodríguez y a Buford. Y más tarde a Oriol. Con Rafa Luz, Dewar, Corbacho, Hopkins y Salah Mejri el equipo encontró la solución en defensa. Apretó los dientes y firmó un parcial 21-6 con canastas de todos los colores: al contragolpe, en el poste bajo, tres triples seguidos (dos de Corbacho y uno de Dewar)... En el momento más delicado, el Obradoiro dio un paso al frente e impuso su jerarquía.

Tras el descanso el grupo del Alquimista de Pontepedriña mantuvo una concentración exquisita. No concedió un solo metro a la confianza o la relajación, y por ahí acabó firmando una victoria cómoda que le permite seguir en lo alto de al tabla. La afición, extasiada, ya le hace guiños a la Copa.

82-Blusens Monbus (27+24+18+13): Andrés Rodríguez (11), William Buford (5), Alberto Corbacho (20), Levon Kendall (10), Oriol Junyent (10) -cinco inicial-, Pavel Pumprla (-), Jorge Sanz (-), Micky García (-), Ben Dewar (11), Bernard Hopkins (5), Salah Mejri (3) y Rafa Freire (7).

61-Cajasol (12+16+11+22): Tomas Satoransky (12), Jonh Holland (8), Brian Asbury (10), Luka Bogdanovic (-), Bradley Buckman (4) -cinco inicial-, Milenko Tepic (11), Juanjo Triguero (8), Beka Burjanadze (-), Ondrej Balvin (-), Joan Sastre (8) y Nikola Radicevic (-).

Árbitros: Arteaga, Soto y Martínez Díez. Eliminaron por acumulación de cinco faltas personales a Salah Mejri del Obradoiro.