Balaídos, de vergel a reducto

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

DEPORTES

Salvador Sas

Tras un lustro con unos porcentajes pésimos, el Celta se ha convertido en el equipo profesional que más puntos ha sumado como local en el 2012

08 oct 2012 . Actualizado a las 12:59 h.

Durante cinco temporadas Balaídos fue un chollo. Un vergel de puntos para el equipo visitante. Por ahí se fue el Celta a Segunda en junio del 2007 y por el mismo sendero peregrinó en la categoría de plata cuatro años más. La cosa cambió al quinto, especialmente desde la entrada del 2012. Tanto, que contando los puntos del año natural, el conjunto vigués es el líder de las dos primeras categorías del fútbol profesional español con 40 puntos. Se ha convertido en su reducto. En el lugar ideal en donde edificar la permanencia. «Hacerse fuertes de local es importante», sentencia Augusto.

Balaídos había perdido su aura en el verano del 2006. En la temporada del anterior retorno a Primera, el equipo de Vázquez se mostró imperial en su feudo. Trece victorias (sin empates y con seis derrotas) le catapultaron a su última actuación europea.

Pero al año siguiente todo cambió. Hubo un inicio prometedor pero en todo el año el equipo únicamente fue capaz de ganar en cuatro ocasiones como local, 18 puntos en total. Insuficientes para mantener la categoría.

Pero la hemorragia tampoco se detuvo en Segunda, ni en el primer año, cuando en teoría Balaídos era uno de los escenarios que más respeto infundía. El Córdoba se llevó un punto el primer día y al final un equipo con un presupuesto de campanillas, incluso para Primera, solo fue capaz de ganar siete encuentros como local en todo el curso.

Los mismos que en la infame campaña del 2008/09. La del histórico partido con el Alavés que evitó el descenso a Segunda B. Balaídos todavía fue un infierno para el conjunto celeste otro año más. De la mano de Eusebio y en un equipo en donde el silledense Joselu era la referencia ofensiva, el tope de triunfos se quedó en ocho. Durante este tiempo el conjunto fue incapaz de encadenar dos victorias consecutivas como local.

Herrera mejoró la estadística pero tampoco anuló el problema en su primer año. Logró 33 puntos como local (nueve triunfos y seis empates), registros que le lastraron hasta enviarlo a la sexta plaza (play off con el factor campo en contra).

La cosa cambió por completo desde el verano del 2011. El ascenso directo conseguido la temporada pasada se cimentó en gran medida en el fortín de Balaídos. Los 47 puntos como local fueron decisivos. Y ahora, de regreso a la élite, salvo en el primer partido en donde el Málaga se encontró con el triunfo, el conjunto de Herrera ya se ha hecho fuerte en casa, con tres victorias consecutivas. Balaídos ya es su reducto.

En este cambio radical mucho tiene que ver el factor ambiental. Durante la travesía en el desierto, Balaídos era un campo frío sin apenas vida en las gradas. El celtismo había caído en la depresión.

Sin embargo, desde que el sueño del ascenso prendió la mecha el año pasado, las entradas no han parado de crecer, incluso con un par de llenos la temporada pasada en el derbi con el Deportivo y en el partido del ascenso. Esta temporada, el equipo fue capaz de convocar a más de 19.000 espectadores un viernes para el partido con el Sevilla.

Este cambio radical han convertido al Celta en el mejor local de las dos primeras categorías del fútbol español durante el año natural. En el 2012 suma 40 puntos como local, por encima del Barcelona y Real Madrid -en Primera son dos partidos menos como local- y tan solo achuchado por el Alcorcón.