El Málaga, puerta de entrada

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

El buen ambiente reinó en el entrenamiento del Celta antes del primer partido.
El buen ambiente reinó en el entrenamiento del Celta antes del primer partido. ÓSCAR VÁZQUEZ< / span>

En el regreso anterior los vigueses se estrenaron con triunfo ante los andaluces

18 ago 2012 . Actualizado a las 12:08 h.

El Málaga se ha convertido en la puerta de entrada a Primera para el Celta luego de un ascenso. La última vez que los vigueses retornaron a la máxima categoría también se encontraron con los andaluces en Balaídos, en un equipo en donde no hay ningún repetidor (no jugó Oubiña) y en un partido que finalizó con 2-0 para los celestes con goles de Gustavo López y Baiano. Fue una de las dos victorias célticas en las siete precedentes más cercados del regreso a la élite.

Siete años separan a aquel Celta del actual y no hay ni una sola similitud salvo en el escudo y en la camiseta. Aquel equipo solo había estado un año en el destierro de Segunda y la totalidad de sus jugadores ya conocían de sobra la Primera. Además entonces el Málaga era un modesto que luchaba por sobrevivir, no un equipo que vive el día después de una pesadilla sin talonario. En aquel regreso del 28 de agosto del 2005 los vigueses fueron un equipo sobrio y contundente, que no dio opción alguna a los malagueños. Un gol al principio de cada tiempo fue suficiente para sentenciar. El equipo acabó clasificándose al final de temporada para la Copa de la UEFA.

Para encontrar otro triunfo vigués en un regreso a la máxima categoría hay que viajar hasta agosto del 1987, cuando los célticos tras un único año en Segunda, volvieron también un 28 de agosto para ganar por 0-1 en Sarriá al Espanyol. En aquel equipo entrenado por Maguregui estaba Maté, Villanueva, Otero, Rodolfo, Atilano o Mosquera entre otros jugadores. A la conclusión de la campaña los vigueses fueron séptimos.

Los cinco reveses

Los cinco estrenos restantes se cerraron con derrota. El más reciente 20 años atrás en un derbi con el Deportivo en Riazor. En casa la última derrota como novato se remonta al curso 78/79 ante el Espanyol.

Por otra parte parece superado el síndrome de la primera jornada que durante cuatro años acompañó al equipo en Segunda, en donde siempre perdía el primer partido como local en Balaídos.

El triunfo en Murcia del curso pasado en teoría provocó un cambio de rumbo que terminó en ascenso y que puede tener hoy su continuidad si los vigueses son capaces de entrar de la mejor manera posible en la máxima categoría. Un territorio desconocido para la mayoría del plantel de Paco Herrera.