La recaída de Zé Castro aumenta las dudas en una línea sin suerte este verano
24 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Un gafe parece haber mirado a la defensa del Dépor este verano, incapaz de disfrutar de una buena noticia desde el ascenso a Primera División. Primero, Colotto no prolongó su contrato y, luego, los refuerzos no acaban de llegar tras el fracaso de la operación Rodríguez, quien se marchó tras las dudas generadas en torno a su estado físico. Ayer se conoció que Zé Castro, quien permanecía de baja aquejado de problemas musculares, seguirá sin entrenarse debido a una rotura fibrilar que padeció en la antepenúltima jornada de la pasada Liga, de la que no se había recuperado y ahora ha recaído.
El central sufre una disrupción de la cicatriz de aquella dolencia en el recto anterior del cuádriceps derecho. No había completado un solo entrenamiento de pretemporada junto a sus compañeros y aún se desconoce cuándo podrá hacerlo. Inicia a partir de ahora una terapia con factores de crecimiento y tratamiento de fisioterapia. El domingo siguió el amistoso de Vilalba desde la grada junto a su inseparable Salomão, mientras en la posición que ocupa sobre el campo se alternaban su compañero Aythami, los fabrilistas Marcos Caridad y Uxío, y hasta el lateral Seoane.
Pero, dada la actual configuración de la plantilla, su ausencia se revela mucho más importante. Por oportunidad y condiciones esta temporada aparecía como la de su redención. Escondido en el último rincón del vestuario por una supuesta fragilidad mental, optaba ahora a la condición de líder de la defensa deportivista y quizá hasta del sector portugués del vestuario. Al inicio de su quinta temporada en A Coruña, es el veterano de los Salomão, Bruno Gama, André Santos, Pizzi y Evaldo, cuyo rendimiento se revela vital para alcanzar la permanencia en Primera.
Zé Castro apareció en Segunda cuando el equipo más lo necesitaba, despejó las dudas defensivas y se ganó un puesto indiscutible gracias a una quinta velocidad salvadora y a su exquisita técnica con el balón. Solo los problemas físicos jugaron en su contra, y el jugador acortó sus vacaciones de verano para darles esquinazo, pero le acabaron cazando.
Hoy se conoció que Insua, reciente campeón de Europa sub-19 con España, comienza hoy a entrenarse con el primer equipo. Será el tercer central fabrilista a las órdenes de Oltra. Quizá él acabe con la mala hora de la defensa del Dépor.