La victoria de la pasada jornada por 3-1 frente al Vilalonga y la derrota del Lalín en A Malata han dado un respiro al As Pontes en su pelea por evitar el descenso a la Preferente Autonómica. Sin embargo, el futuro de los ponteses se presenta negro ya que el calendario en este esprint final de la competición juega en su contra. De los cuatro partidos que restan por disputar, tres los afrontará lejos de O Poblado.
Cerceda y Órdenes son las próximas salidas del equipo de Manolo García, ya que juega dos partidos seguidos fuera de casa, mientras que posteriormente reciben en casa al Rápido de Bouzas y acaban la liga en Carballo frente al Bergantiños, un rival directo por la permanencia y choque que puede ser decisivo.
Los ponteses son quintos por la cola con un punto de ventaja sobre el Cultural Areas, que ocupa la primera plaza de descenso. Sin embargo, la meta no solo debería centrarse en evitar las cuatro últimas plazas sino en alejarse lo máximo posible de los puestos de peligro. Ahora mismo, Montañeros y Celta B son los dos últimos clasificados en el grupo primero de la Segunda B y corren serio peligro de descenso. Además, en las últimas jornadas también se ha complicado un poco la vida el Coruxo, a tres puntos de las plazas de descenso.
El sábado, en Cerceda
El Cerceda es el próximo rival de los ponteses. El encuentro ha sido adelantado a las cuatro de la tarde del sábado. Es un partido muy comprometido para los dos equipos, que necesitan sumar una victoria aunque por objetivos bien diferentes.
Para este encuentro Manolo García tiene muchas bajas. A las habituales de Dieguito, Angeriz y Moncho se une Chicho, con una contractura; Jordi, que tiene problemas con un tobillo, así como Bossa quien en en la última sesión de trabajo no pudo entrenar por problemas en la planta del pie.
Manolo García confía en recuperar a alguno de ellos para el partido del sábado, aunque es probable que haya que esperar hasta el mismo sábado para saber quien estará para jugar.