Milo Abelleira niega que la presión de jugar en casa suponga un hándicap
28 feb 2012 . Actualizado a las 17:25 h.La derrota del pasado domingo ante el Vilalonga ha dejado muy tocada la moral de la plantilla del Pontevedra. Después de la importante victoria conseguida una semana antes en casa del Alondras, donde ningún equipo había conseguido llevarse los tres puntos esta temporada, los de Milo Abelleira se las prometían muy felices ante un rival, a priori, asequible.
Sin embargo, el equipo se mostró atenazado, incapaz de combinar con la soltura que había demostrado siete días antes en O Morrazo. Además, el tropiezo de la última jornada despertó los fantasmas del último partido en Pasarón, en el que los granates salvaron un punto con el tiempo cumplido frente al Negreira. Pero por encima del resultado, preocupa la mala imagen de un equipo que mostró una incapacidad absoluta para reponerse al mazazo de verse por detrás en el marcador.
Entonces, la pregunta es clara: ¿resulta un problema para el Pontevedra jugar en Pasarón?
La afición es soberana
Para Milo Abelleira, la respuesta es inequívoca: «No. De ninguna manera. Nosotros hicimos una buena primera vuelta en casa, y pese a los últimos tropiezos, no creo que sea malo para nosotros jugar en Pasarón», afirma.
Ante el Vilalonga, la afición mostró su descontento en forma de pitos con el equipo, pero para el técnico los silbidos no fueron la causa del mal partido realizado, sino la consecuencia.
«La afición estuvo con nosotros durante la primera media hora, y solo nos silbó al descanso por lo mal que lo hicimos en los últimos minutos de la primera parte. Después, con esa segunda mitad, en la que estuvimos todavía peor, nos volvieron a pitar -señala-. Pero el otro día en Cangas hicimos un buen partido y nos animaron al final del encuentro. Es lo lógico en el fútbol, nada más», concluye.
28 puntos de 42 posibles
Atendiendo a los puntos conseguidos por el Pontevedra como local, los últimos dos encuentros han enturbiado una estadística que refrenda la tesis del técnico. Los granates han disputado catorce partidos como locales, de los cuales han ganado ocho, han empatado cuatro y solo han perdido dos, ante Estradense y Vilalonga.
Si se comparan estos números con los del resto de aspirantes al ascenso, parece demostrarse que, si bien Pasarón no está siendo el fortín que cabía esperar, tampoco está resultando un hándicap para los granates.
De los seis primeros clasificados, el que mejores números firma como local es el Alondras, que hasta la visita del Pontevedra a O Morrazo no conocía la derrota en casa. Los de Fredi han sumado 33 puntos en 14 partidos disputados en su feudo, con un balance de diez victorias, tres empates y una derrota.
Tras los morracenses, el Ourense es el segundo de los implicados en el ascenso que más partido le está sacando a su condición de local. Los de Luisito han sumado 31 puntos en O Couto, con nueve victorias, cuatro empates y una sola derrota. Por su parte, el Dépor B, que superó en esta jornada en la tabla al Pontevedra, suma 29 puntos como local, si bien los coruñeses solo han jugado trece encuentros en su estadio.
Peor le están yendo las cosas en O Roxo al Cerceda. Los de Nando, pese a contar con 55 puntos a estas alturas de temporada -ocho más que el Pontevedra-, solo han sumado 27 puntos de 42 posibles en casa, mientras que a domicilio han sido capaces de conseguir 28 puntos en trece encuentros.
Por su parte, el Rácing Vilalbés sí que está encontrándose con un problema en A Madalena. Los chairegos han cedido 16 puntos en trece partidos en su campo, con un discreto balance de 22 puntos como locales.
A la vista de la estadística, queda claro que Pasarón no es el problema. Pero solo los jugadores tienen la solución.