Los acusados por la Operación Puerto no irán a prisión

Colpisa

DEPORTES

23 nov 2011 . Actualizado a las 21:17 h.

El doctor Eufemiano Fuentes y otras seis personas serán juzgadas por un delito continuado contra la salud pública debido a su implicación en una presunta red de dopaje sanguíneo en el ciclismo, descubierta en el 2006 en el marco de la Operación Puerto. El juez Antonio Serrano acordó el lunes «la apertura de juicio oral» contra Fuentes, su hermana Yolanda, los médicos José Luis Merino y Alfredo Córdova y los exdirectores deportivos de equipos ciclistas Manuel Saiz, José Ignacio Labarta y Vicente Belda, según el auto hecho público este miércoles.

Queda pendiente de fijar la fecha para este juicio, en el que la Fiscalía pedirá dos años de prisión e inhabilitación para ejercer su profesión para los procesados, por entender que llevaron a cabo «prácticas tendentes a elevar artificialmente el rendimiento físico de los ciclistas». Se trata de la máxima pena prevista por el Código Penal para este tipo de delitos, aunque ninguno de los imputados irá a la cárcel al no contar con antecedentes. Sin embargo, el doctor Fuentes está también imputado por la Operación Galgo, que a finales del pasado año sacudió el atletismo.

En el escrito de conclusiones provisionales, el fiscal acusa a los procesados de realizar un proceso de «glicerolización», que consiste en la preparación de concentraciones de hematíes con un alto nivel de hematocrito que se transfundían a los deportistas. De este modo, se mejoraba el rendimiento pero se «ponía en peligro» la salud de los deportistas, toda vez que se aumentaba la viscosidad de la sangre y, por consiguiente, el esfuerzo al que se somete a su corazón.

Según los investigadores, los doctores Fuentes y Merino, jefe del servicio de Hematología del hospital La Princesa de Madrid, llevaban a cabo extracciones sanguíneas a los deportistas y después centrifugaban las muestras y obtenían un concentrado de hematíes. Tras un proceso de congelación, descongelación y «deglicorización» de la sangre, se realizaba la transfusión al deportista en el momento en el que seseaba elevar su nivel habitual de hematocrito y, por lo tanto, su rendimiento físico. Según el Ministerio Fiscal, al menos incurrieron en estas prácticas durante el año 2006.

Saiz, Labarta, Yolanda Fuentes, en aquellos días jefa del equipo médico del equipo Comunidad Valenciana, y el exciclista de mountain bike Alberto León, fallecido el pasado mes de enero, contrataban los servicios de Eufemiano Fuentes y Merino «a cambio de una remuneración económica». El escrito pone de manifiesto cómo programaban las etapas de las pruebas ciclistas con las dosis que se debían ir suministrando a los clientes para obtener «óptimos resultados». Las extracciones y transfusiones sanguíneas se les realizaban a los corredores participantes en las habitaciones del hotel y, por lo tanto, «sin las suficientes garantías higiénico-sanitarias».

Siempre según la versión del fiscal, el material era transportado en «mochilas sin refrigeración alguna y sin una identificación clara de las muestras» recogidas. Tampoco se practicaban los «pertinentes controles hematológicos», lo que aumentaba el riesgo para la salud de los ciclistas.

La Operación policial Puerto, de mayo del 2006, puso al descubierto una supuesta red de dopaje que condujo a la expulsión de varios favoritos del Tour de Francia del 2006 la víspera del inicio de la carrera, principalmente el italiano Ivan Basso, el alemán Jan Ullrich y el español Francisco Mancebo. Ullrich anunció su retirada y el italiano Ivan Basso fue suspendido dos años por la federación italiana de ciclismo.