Un derbi monumental

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

14 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El partido de la temporada en Segunda se jugó ayer en Riazor. Un choque intenso y espectacular resuelto con un golazo tras casi 90 minutos de juego en los que cada equipo exhibió y rentabilizó su lista de virtudes.

Tardó más en hacerlo el Celta, encorsetado por un planteamiento tan arriesgado y valiente como ineficaz. El Dépor lleva doce partidos sufriendo por los costados. Herrera decidió ahorrarle la penitencia en el que hacía el número trece. Quiso dejar claro desde el minuto uno que no le tenía ningún miedo al rival y plantó frente a Aranzubia a tres jugadores con el cartel de delantero. Desplazó a David Rodríguez a la izquierda y su decisión tuvo un doble efecto: de un solo golpe se quedó sin un ariete y un extremo. Laure vivió su encuentro más plácido de lo que va de campaña y sus continuas apariciones en el área rival fueron el síntoma más claro de que los de casa mandaban sobre el césped.

Y empezaron bien pronto a demostrarlo. En la segunda jugada del tan esperado derbi, apareció Valerón, que vio perfectamente a Saúl, ya a un par de metros de Yoel. El extremo metió el pase raso para que Jonathan Vila tropezara con el balón que Riki no logró rematar.

El gol animó el encuentro y obligó a los celestes, ayer de rojo, a arriesgar todavía más. Situación ideal para el Dépor, acostumbrado a castigar con su velocidad las precipitaciones del oponente. No le faltaron ocasiones, sobre todo a costa de los errores en la salida de un Celta que encargó a Vila iniciar el juego desde la cueva. La presión avanzada blanquiazul puso en muchos aprietos al central, que además tenía que preocuparse de las irrupciones de Salomão por la izquierda.

El extremo portugués fue, mientras el fuelle le aguantó, el mejor del choque. Lo padeció Oier, que perdió todos los uno contra uno a los que se vio abocado. Si el deportivista hubiera estado más acertado en la definición o en el pase, el encuentro podría haber llegado casi liquidado para los locales al descanso. Nadie ayudó al lateral, como tampoco hubo quien tapará a Valerón, que creó sin ninguna incomodidad, beneficiado por la superioridad local en el centro del campo. La presencia de Juan Domínguez (que tiene mil veces más fútbol que Jesús Vázquez) desahogó al Canario.

Pero el Dépor no aprovechó las contras y tampoco el Celta el par de ocasiones claras de las que gozó. Aranzubia le sacó una clarísima a De Lucas y Laure tapó otra aún mejor de Bermejo.

Tras el descanso, Herrera deshizo la madeja. Fue retirando delanteros y desapareció el embudo. Su equipo agradeció la presencia de jugadores de banda, que obligaron a los de Oltra a replegarse. Aranzubia tuvo que sacar dos manos salvadoras. Laure, termómetro de todo lo sucedido ayer, empezó a sufrir en la derecha, por donde Orellana y Joan Tomás no dejaron de acosarle.

El chileno aprovechó una jugada que arrancó en ese costado para convertirse, por unos segundos en héroe celeste. Pronto pasó a villano. Acusó el acoso de Laure y perdió una bola mortal. Lassad castigó el error con un chut a la escuadra. Gol de cine para un derbi memorable.

Goles: 1-0, min 4, Jonathan Vila (PP); 1-1, min 83, Orellana; 2-1, min 84, Lassad.

Árbitro: López Acera. Amarillas a Laure, Ayoze, Juan Domínguez y Bergantiños, del Deportivo, y a De Lucas, del Celta.

Incidencias: Lleno en Riazor. Gran ambiente en la grada, con presencia de bengalas.

Aranzubía; Laure, Colotto, Aythami, Ayoze; Álex Bergantiños, Juan Domínguez; Saúl (Bruno Gama, min 65), Salomão, Valerón; y Riki (Lassad, min 12)

Yoel; Oier, Jonathan Vila, Catalá, Roberto Lago (Bellvís, min 65); Oubiña, Álex López; De Lucas, Iago Aspas, David Rodríguez (Orellana, min 65); y Bermejo (Joan Tomás, min 57)