El español, que superó a Fish, jugó con el tobillo anestesiado
30 jun 2011 . Actualizado a las 09:33 h.Nada peor que salir a empatar contra Rafa Nadal. Juego discreto de fondo, pocas variaciones, y pésimo porcentaje de primer servicio dan como resultado una derrota. Durante los dos primeros sets, la propuesta y la puesta en escena del estadounidense Mardy Fish respondió punto por punto a un suicidio frente al maestro de la regularidad. El español se planta de nuevo en las semifinales de Wimbledon tras un triunfo que pintaba muy plácido y se complicó algo después, cuando el norteamericano sacó las uñas de verdad. Ganó el defensor del título por 6-3, 6-3, 5-7 y 6-4 en poco menos de tres horas. Y, lo que es más importante, olvidó el dolor después del triunfo en octavos ante Juan Martín del Potro. Sobre todo, gracias a la anestesia que los médicos le aplicaron en su pie cinco horas antes del inicio del partido. Mañana le espera en la penúltima ronda Andy Murray, que superó al toledano Feliciano López por 6-3, 6-4 y 6-4.
Huérfano de primer servicio
Fish salió con un plan que no funcionó. Subir a la red con sus primeros servicios y jugar de fondo con los segundos. Al resto, prefirió esperar.
Pero se le torció muy pronto su estrategia. El escaso porcentaje de primeros saque del estadounidense (solo el 39?% en la manga inicial, 53 % en el global del partido por el 68 del español) convirtió en una anécdota sus subidas a la red con el servicio. Y su acomodo en las trincheras de la pista, lejos de las posiciones donde podía hacer daño, resultó el plan perfecto para Nadal. Fish se encontró, además, con un rival inspirado a la hora de pasarlo en la red.
Los breaks llegaron casi siempre al inicio de cada set, para tranquilidad de Nadal. Fish veía que se le escapaban sus primeros cuartos de final en Wimbledon, y empezó a desesperarse. Con 2-1 en contra en el tercer set, poco antes del habitual break tranquilizador para Nadal, tiró su raqueta. Poco después, veía irse el segundo set.
Nadal rompió el saque de su rival en el primer juego del tercer set, pero le permitió volver al partido. Fish se vino arriba, jugó al fin con agresividad y con el respaldo de su primer saque y forzó la cuarta manga.
Aquello fue tan solo un paréntesis para el número uno del mundo, objetivamente mucho más jugador que un Fish al que le faltan argumentos para morder en las rondas finales de los grandes torneos. Nadal recuperó el tono en el cuarto y esprintó hacia el triunfo, que cerró con una volea en la red.
Feliciano, alma en pena
Feliciano López demostró ante Murray por qué ocupa el puesto número 44 y no un lugar en el top 20. El toledano estuvo apático, cuando debía dar un paso al frente para reivindicarse.