La proeza del Deportivo y el k.?o. sufrido por el Barcelona fueron temas de conversación en el café. El paisano hizo ver que los cuartos de final se disputarán sin equipos con mucha solera en la Copa: Real Madrid, Barcelona, Ath. Bilbao y Valencia, por citar los cuatro más clásicos. En la conversación surgió el tema de los porteros suplentes a quienes, algunos entrenadores, aprovechan la Copa y los convierten en titulares. No en todos los casos, pero sucedió en el Valencia, en donde Unai dejó a César en el banquillo, tanto en Mestalla como anteayer. Igual hizo Lotina relevando a Aranzubia para que jugara el joven Manu. Entre los dos partidos coperos se marcaron nada menos que siete goles, cifra que supera la normal entre los dos equipos. Ahí va un dato: en el anterior partido de Liga, el Deportivo-Valencia finalizó 0-0.
Los porteros siempre fueron considerados entre los hombres valiosos e influyentes en los resultados de sus equipos. Sustituirlos diciendo que es «por conceder un descanso al titular» no parece un argumento válido, porque el caso de los porteros no es igual al jugador de campo que sufre una notable exigencia física y el descanso permite al entrenador recuperarlo para la Liga. La Copa es otra historia, en donde un error puede costar al equipo su futuro en el campeonato. Otro ejemplo: el Sevilla eliminó al Barcelona gracias a que Jiménez mantuvo en la portería a Palop. Sobre esto no existe duda. A ver si Jiménez se incorpora al hábito actual de sustituir al portero y en Riazor, el Sevilla sale con el guardameta suplente. En fútbol todo es posible.