Lo rozaron con la punta de los dedos, lo pudieron saborear, pero se les escapó en la última palada. Saúl Craviotto y Carlos Pérez Rial se quedaron a las puertas de proclamarse campeones del mundo en el K-2 200 metros, tras ceder en el último suspiro ante la pareja bielorrusa formada por Makhneu y Piatrusehanka. Tan solo dos milésimas separaron al catalán Craviotto y al gallego Perucho. Algo que les daría fuerzas para colgarse el oro por relevos poco después.
Los palistas españoles plasmaron sobre el campo de regates la misma estrategia que les ha llenado de oro en el último año. Salida impecable, un ritmo infernal desde los primeros compases e intentar mantener el ritmo hasta el final.
Todo salía según lo previsto. El dúo marchaba por delante con claridad a 50 metros del final, pero faltó frescura. La pareja bielorrusa fue acortando la distancia metro a metro y en la última palada situó su embarcación a la par con la de los españoles.
Fueron minutos de incertidumbre. Solo la foto finish parecía tener la respuesta. Sin embargo, al poco de cruzar la meta Perucho lanzó una palada contra el agua. Un gesto de rabia motivado porque tenían la regata ganada y se habían complicado la vida al final. El resultado definitivo le dio la razón. Plata por tan solo dos milésimas.
En tercer lugar finalizó la pareja local formada por Willows y Dober, a 424 milésimas. Los letones Rumjancevs y Straume fueron cuartos y los rusos Postrigay y Molochkov quintos.
Esta medalla de plata mundial se suma de este modo al reciente campeonato de Europa logrado en la localidad alemana de Brandemburgo. Dos buenos resultados sobre todo teniendo en cuenta que al tratarse de un año posterior a la cita olímpica, las condiciones físicas no son las más óptimas.
Desfondados en 500 metros
La medalla de plata de los 200 metros llegó tan solo dos horas después de la decepción de los 500. La cita que los coronó como campeones olímpicos en Pekín fue en esta ocasión un trago amargo, aunque la estrategia fue similar.
Perucho y Craviotto salieron con un ritmo infernal desde las primeras paladas, adquiriendo una gran ventaja mediada la carrera. Por los 250 metros, el dúo español firmó un registro de 43.608, casi dos segundos más rápido que el equipo bielorruso que a la postre resultaría vencedora.
A los actuales campeones olímpicos les faltó la resistencia que en Pekín les llevó a la gloria y en los últimos cien metros comenzaron a perder posiciones hasta finalizar en la cuarta plaza. La pareja bielorrusa formada por Makhneu y Piatrusehanka, que posteriormente también ganaría en los 200, acabó primera. Los húngaros Kammerer y Kucsera fueron segundos y los alemanes Bertz y Gross terceros. Carlos Pérez Rial y Saúl Craviotto se quedaron a tan solo una décima del bronce.
Perucho se despidió de la competición con sabor dulce al ganar la prueba de relevos de K-1 junto a Llera, Craviotto y Saies. Las féminas, entre las que figuraba Ana Varela, acabaron últimas. En C-1, Campos, Bouza, Picallo y Sánchez fueron octavos.
En cuanto a otros resultados gallegos en la jornada de ayer, Teresa Portela fue novena en K-1 500 y quinta en los 200 metros. En eta última distancia el C-2 en el que compite David Maquieira acabó sexto. El C-4 de Antonio Campos, Yeray Picallo, André Oliveira y José Manuel Sánchez fue séptimo. Y el K-4 de Borja Prieto y Álvaro Bravo finalizó cuarto.