Por fin llega la hora de Contador

Benito Urraburu

DEPORTES

El español atacará buscando la gloria en Verbier tras el triunfo del ruso Ivanov en la etapa de ayer

19 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El ganador en Besançon, Serguéi Ivanov, es un veterano corredor ruso de 34 años, que ya sabía lo que era levantar las manos en una etapa del Tour de Francia. Lo consiguió en el 2001, en Aix-les-Bains. Un buen ciclista que en abril se imponía en la Amstel Gold Race. Y ayer volvió a arrimarse a la gloria.

Ivanov arrastra una historia dura por detrás. Es el último superviviente de lo que sucedió en Albertville, en el Tour de Francia de 1998, cuando los corredores del TVM fueron sacados de su hotel por la policía francesa en plena noche y llevados a un hospital para que les tomasen muestras de cabellos. El TVM no acabó el Tour. Unos abandonaron, otros se bajaron de la bicicleta al pasar la carrera a Suiza. A Ivanov nadie lo acusó de nada, pero se pasó muchas horas en el hospital. Sentado en una acera que había al lado de la llegada recuperaba el aliento y se santiguaba.

En Besançon, donde nació Víctor Hugo, una ciudad metida en los meandros del río Doubs, rodeada de siete colinas, que tiene una historia muy rica, llegaba una escapada de doce corredores en la que había un hombre del Columbia, George Hincapie, que estuvo presente en las siete victorias de Lance Armstrong en el Tour. Se quedó a cinco segundos de vestirse de amarillo. A lo mejor habría podido llegar de amarillo a Verbier.

Para Alberto Contador, hoy es el día en el que buscará vestirse de amarillo. No le hace falta ni atacar. Solo esperar que Rinaldo Nocentini se quede, algo muy probable.

Euskaltel no tuvo un buen día. El mazazo del positivo de Íñigo Landaluze convirtió el autobús del equipo en un funeral. En la salida tampoco estaban con mucha moral. No cogieron una fuga en la que se metieron un buen número de corredores. La etapa de Verbier tampoco es que esté dotada de una gran dureza, salvo que la carrera vaya muy rápida y la gente llegue tocada a la subida final.

¿Atacará Contador? Debe de hacerlo, más que nada por su propia higiene mental, salvo que los planes del equipo pasen por esperar movimientos de otros corredores, que se darán, y lo que haga Alberto sea jugar con esas posibilidades, sin tomar la iniciativa.

¿Y Lance Armstrong? Si es capaz de atacar, podremos decir con más argumentos que nunca que puede ganar el Tour.

Hay morbo por saber qué es lo que va a hacer Astana, una curiosidad malsana se podría decir. Lo que piensen el resto de corredores interesa menos puesto que todo gira en torno al Astana, que entre unas cosas y otras se ha ganado la posición que tiene en la general. Eso no se lo puede negar nadie.

Arcalís nos queda ya tan lejos que prácticamente se ha olvidado la tensión de la que se hablaba dentro del equipo. Dicen quienes le ven de cerca que Contador ha estado en algunos momentos sin la debida protección en determinadas etapas, que se encuentra un poco aislado. Eso solo lo saben las personas que conviven con ellos más de cerca. Lo que diga la carretera debe de ser otra cosa más próxima.

El británico Mark Cavendish, del Columbia, ganador de cuatro etapas en la presente edición del Tour de Francia, ha sido relegado a la última plaza de la clasificación de la decimocuarta etapa por maniobra incorrecta en la recta de llegada.

Los comisarios de carrera han decidido aplicar esta sanción al ciclista británico al entender que «ha cerrado el paso bruscamente en el esprint al noruego Thor Hushovd (Cervélo)», uno de sus rivales en la lucha por el maillot verde de la regularidad.

Cavendish, que obtuvo en principio la decimotercera plaza fue desplazado a la 154 de la etapa. Debido a esto, tiene prácticamente perdido el maillot verde.