La catedral espera el relevo. Allí donde durante toda una era mandó Pete Sampras, hoy puede escribir otra página de su leyenda Roger Federer. El suizo tiene ante sí tanto el trono histórico como el actual del tenis. Tómese el número de títulos del Grand Slam como termómetro -aunque hasta 1968 los majors eran solo para amateurs - y se convertirá hoy en el más laureado. Si Sampras acaparó 14 títulos entre Melbourne, Londres y Nueva York, Federer persigue el decimoquinto, pero sobre todas las superficies, París incluido. El triunfo sobre Roddick en la final ( Canal+, 15.00 ) le devolvería, además, el número uno que perdió hace poco más de un año a manos de Rafa Nadal.
Con el español varado por una lesión desde hace un mes, Federer respira algo más aliviado. Porque ganó todas las finales de grandes en las que no se vio con el mallorquín, que le arrebató cinco títulos y acaparaba todos los elogios hasta una tarde de primavera en la que el suizo le ganó en Madrid.
Apenas dos «breaks»
Entonces, Federer empezó una serie fabulosa, que todavía mantiene, como invicto después de 18 partidos. Ganó Roland Garros, alcanzó su séptima final de Wimbledon, la vigésima primera en un major -superando la cifra de Ivan Lendl-. En su jardín de Londres ha sido demoledor. En seis partidos apenas cedió dos breaks , y solo perdió un set en el tie break frente a Philipp Kohlschreiber.
Entonces, ¿puede ser Andy Roddick el tipo capaz de pararlo? La víctima de Federer en semifinales, el alemán Tommy Haas, lo niega. «No le doy ni una oportunidad», espetó tras sufrir el tenis relajado, armónico, de Federer, ahora todavía más suelto y temible sin Nadal en medio y con el título de Roland Garros en el bolsillo. Discrepa Andy Murray, llamado a tomar el relevo como campeón de Fred Perry, el último británico que ganó en la catedral , en 1936. «Si sirve en porcentajes del 70% y a la velocidad que lo hace, tiene una buena oportunidad», considera el escocés.
Porque Roddick ya rompió todos los pronósticos, la esperanza del tenis británico, el viernes. Cuando ganó a Murray lanzado por un servicio vivo como siempre, y fiable como nunca. Metió el 75 % de sus primeros saques, atacó sin descanso, se lanzó a la red como ya casi no se ve...
Claro que Roddick lleva ocho años sufriendo a Federer. Solo le ganó dos de las 20 veces en las que se vieron las caras. Lo sufrió en las finales de Wimbledon en el 2004 y 2005.
Doce meses para un vuelco
Hace un año, Federer dejó Wimbledon abatido por Nadal en la final de todas las finales. El partido no lo quiso ni ver por la televisión Roddick, entonces sumido en una crisis tras perder en segunda ronda. Casi había tocado fondo. En noviembre llamó a Larry Stefanki, ex ayudante de John McEnroe. Cuidó la alimentación, el sueño, creció tácticamente... Así volvió a ser el que ganó el US Open del 2003. Así ganó a Murray. Así retará a Federer en el partido del relevo.