La afición se pronuncia y Webber dice que Raikkonen bebe

P. Gómez

DEPORTES

21 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Silverstone siempre será Silverstone. En este viejo aeródromo de la Royal Air Force que Ecclestone ha pedido modernizar nació la fórmula 1 hace casi sesenta años y aquí podría haberse firmado su sentencia de muerte, con el divorcio entre la FIA y los constructores, si la dimisión de Mosley no lo remedia.

Quien sí dictó sentencia fue la afición. Primero, porque después de la deserción masiva hace unos días con motivo del Gran Premio de Turquía (se taparon sectores de la grada con lonas, para disimular), Inglaterra demostró que lleva el combustible en la sangre. Segundo, porque se pronunciaron sobre la guerra abierta en el Gran Circo y mostraron pancartas a favor de los constructores. Cien mil personas asistieron a unas jornadas previas que amenazaban lluvia y calentaron el asfalto y los ánimos.

Y si no, que se lo pregunten al australiano Mark Webber. El de Red Bull salió alterado de los últimos diez minutos de calificación, a pesar de que le valieron el tercer puesto en la parrilla de salida. Y apuntó directamente al lado salvaje de Kimi Raikkonen, el que sumerge al finlandés en la bebida. «Intentaba hacer mi última vuelta rápida, pero Kimi estaba en la trazada de carrera a punto de entrar en boxes y me ha roto el ritmo. No se puede entender lo de este tío. Se ha tomado un vodka o estaba dormido», espetó el australiano. Raikkonen, el hombre de hielo en el paddock, optó por la diplomacia. «Intenté moverme a un lado todo lo que pude para que él no perdiese tiempo», relataba.

El campeón del mundo, Lewis Hamilton, también se marchaba contrariado de la primera ronda de calificación, ya que un accidente de Adrian Sutil que obligó a neutralizar la tanda durante menos de medio minuto lo dejó fuera a las primeras de cambio. El inglés saldrá desde la penúltima marca en Silverstone.

A las dos de la tarde de hoy (retransmitido por LaSexta ) arranca un Gran Premio que puede hacer historia.