Los hijos de Michael Jordan

X. M. Fernández

DEPORTES

El mejor jugador de la historia se emociona en público después de que Marcus Jordan, de 19 años, ganara un torneo estatal con su instituto en Chicago

23 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Difícil de recordar un gesto de emoción de Michael Jordan. Más allá de proclamarse el más grande o de celebrar cada uno de los seis títulos que consiguió con un puro en la boca, el mejor jugador de la historia del baloncesto controlaba cada uno de sus gestos en público. Ayer no pudo. Su hijo mediano, Marcus Jordan, acaba de proclamarse campeón estatal con su instituto, el Chicago Whitney Young, algo que toco la fibra más sensible del imperturbable Michael, que no pudo evitar el derramar unas cuantas lágrimas nada más acabar el encuentro.

Allen Iverson, Kobe Bryant, Vince Carter, Tracy McGrady, LeBron James... Quizá la interminable lista de frustrados aspirantes a heredar el trono de Michael Jordan haya encontrado un nombre más, el del hijo de Juanita y de, en palabras de Larry Bird, «el dios disfrazado de jugador baloncesto» que aquel día acababa de destrozar a los Celtics de Boston.

Marcus Jordan, que en diciembre cumplió 18 años, fue la gran figura del partido al anotar 19 puntos en un duelo en el que Whitney Young ganó 69-66 a Waukegan y conquistó el título estatal dentro de la categoría colegial de Illinois Class 4A.

Michael Jordan, dueño minoritario y discutido mánager de los Bobcats de Charlotte, prefirió apoyar a su hijo y no asistir al importante partido que su equipo tenía frente a los Pacers. De esta forma, se quitó el mal sabor de boca que hace tan solo unos días le dejó la eliminación de su hijo mayor, Jeffrey Jordan, en el torneo universitario de la NCAA.

Jeff, que juega en la Universidad de Illinois, cayó derrotado en la primera ronda del March madness (la locura de marzo) por 72-76 ante los Hilltoppers de Wertern Kentucky.

El hijo mayor de Jordan, que cumplirá 21 años en noviembre y mide 1,85, solo jugó 12 minutos, en los anotó un punto desde la línea de personal, falló otro tiro de campo y capturó un rebote. Nada destacable, o mucho menos que Marcus, el joven base de 1,90 que ha despertado la atención de los medios (algunos de sus partidos han sido ofrecidos por la ESPN) y de los ojeadores de la Liga Universitaria también por sus habilidades baloncestísticas. Bastantes menos que las de su padre, pero unas cuantas más que las de su hermano mayor.