El Open Británico vuelve a Royal Birkdale más abierto que nunca por la ausencia de Tiger Woods

DEPORTES

17 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Una ausencia, un aspirante y una larga lista de favoritos marcan el regreso del Open Británico a Royal Birkdale, en la costa inglesa del mar de Irlanda. La baja de Tiger Woods pesa tanto como cualquier otra circunstancia en el torneo que empieza hoy ( Golf?+, 10.00, y Canal?+, 18.30 ), con Sergio García señalado como el gran aspirante al título que le arrebató Padraig Harrington el pasado verano y toda la aristocracia del golf al acecho del trono ausente.

En la rotación moderna de nueve campos, el Royal Birkdale quizá es el menos endiablado de cuantos acogen el torneo. Sin apenas dunas, sin tantos desniveles, sin todos esos peligros. Pero ha ganado 140 metros desde que acogió por última vez el Open Británico en 1998. Entonces ganó Mark O'Meara, Woods terminó tercero y un Sergio García todavía en su etapa amateur finalizó en un brillante vigésimo octavo puesto para un debutante.

«Siento que mi juego es cien veces mejor que el del año pasado», espetó ayer Sergio García como para espantar los fantasmas que lo asediaron en Carnoustie el pasado verano, cuando desperdició un putt de tres metros que le habría dado el título que luego se llevó Harrington en el desempate.

Desde entonces, el español envió señales de mejoría, como su emocionante título en play off de The Players, considerado el quinto grande. A su favor juega su experiencia en el Open Británico, de largo la prueba del grand slam que mejor se le da: terminó siempre entre los cinco primeros desde el 2004 y acabó en el top-10 en seis de sus siete últimas participaciones. Quizá por eso lidera todos los pronósticos en las casas de apuestas.

Miguel Ángel Jiménez llega como el mejor jugador del circuito europeo, respaldado por su triunfo en el PGA de Wentworth y dispuesto a rematar las faenas que dejó a medias en el Masters (octavo) y el US Open (sexto).

El otro español en liza es Pablo Larrazábal, que se ganó una plaza gracias a su triunfo en el Open de Francia. El jugador catalán, de 25 años, acudió al torneo hace seis años como cadi de su hermano Alejandro, que había ganado el British amateur poco antes. El ya retirado Severiano Ballesteros, que se hizo con la tradicional jarra de clarete en tres ocasiones, y Chema Olazábal son las dos grandes ausencias nacionales.