El modesto Bnei Sakhnin, rival del Deportivo en Intertoto, ascendió en el 2003, pertenece a un pueblo con menos habitantes que Arteixo y posee un gran simbolismo político
14 jul 2008 . Actualizado a las 16:03 h.El balón rodará a gusto desde las ocho de la tarde del sábado en el Kiryat Eliezer de Haifa, en el norte de Israel, donde el Deportivo se enfrentará en la ida de la Intertoto al Bnei Sakhnin. Ambos conjuntos se tienen por adictos al jogo bonito y en virtud de esa escuela futbolística se jugarán el pase a la Copa de la UEFA. El rival deportivista, el equipo más pobre del campeonato israelí, tendrá que jugar a cincuenta kilómetros de su casa, porque el campo de Sakhnin (población de solo 24.000 habitantes, un censo inferior al de Arteixo) no reúne los mínimos de seguridad exigidos por la UEFA.
Más allá de su potencial futbolístico bastante escaso, el simbolismo del Bnei Sakhnin es máximo, ya que es el único club árabe en la Liga israelí, y en su vestuario conviven futbolistas judíos y musulmanes. Adalid del proceso de paz, paradójicamente su tolerancia le ha valido el odio general de los extremistas de ambos bandos. En la cancha, el sionista Beitar Jerusalem es su enemigo más incrustado.
Futbolísticamente, este equipo ascensor, jugó por primera vez en la elite en el año 2003 y ha evolucionado desde su estilo defensivo de entonces al buen trato que dispensa al balón en la actualidad, salpicado de apuestas puntuales por el contragolpe. El Bnei Sakhnin alcanzó el hito de su palmarés al ganar la Copa de Israel sólo un año después de su ascenso, lo que le permitió ser el primer equipo árabe que participó en la UEFA. Su experiencia internacional se salda con una eliminatoria superada frente al Partizani albanés y una abultada derrota en el doble duelo contra el Newcastle United de Kluivert y Shearer. Un descenso y el posterior regreso a Primera completan su hoja de servicios. La pasada temporada, el rival deportivista se quedó a un paso del acceso directo a la UEFA y ha derrotado en la ronda anterior de la Intertoto al Renova de Macedonia, superándolo en ambos encuentros.
Este equipo del sur de Galilea tiene una apariencia física endeble, pero el preparador físico del Deportivo y ojeador de los rivales blanquiazules José Ángel Franganillo advierte que «corren y molestan bastante cuando no tienen el balón». «Con la pelota en su poder, intentan salir jugando con buenos apoyos», explica. «Es posible que ante el Deportivo refuercen ciertas zonas del campo», añade.
El Bnei Sakhnin ha cambiado de entrenador y ha renovado casi todo su plantel. Sólo permanecen cinco jugadores de la pasada temporada. El filial alimenta el banquillo, aunque se esperan un par de refuerzos para el partido del fin de semana contra el Deportivo. Son nombres a tener en cuenta, el del centrocampista Khaled Khalaila y el del lateral zurdo reconvertido en delantero Abed Rabbah.
El equipo coruñés se encontrará en el partido una temperatura de unos 28 grados en noche cerrada y un buen césped. Ante el Renova, sólo se habilitó una grada para los cinco mil aficionados que acudieron, pero contra el Deportivo se espera una total afluencia árabe.