El All England Lawn Tennis and Croquet Club acoge el torneo de Wimbledon desde 1877. El más antiguo de los cuatro campeonatos que conforman el Grand Slam preserva varias de sus tradiciones. El blanco nuclear manda en la vestimenta de todos los jugadores. Es solo una de las señas de identidad del mayor acontecimiento sobre hierba de la temporada. Las normas sobre la indumentaria de los tenistas se fueron relajando hace ya bastante tiempo en la mayoría de los torneos, tanto en el circuito masculino como en el femenino.
Wimbledon mantiene la obligación de lucir vestimenta casi al cien por cien blanca. Aunque el guerrero de los pantalones pirata e imagen agresiva de Nike , Rafa Nadal, jugó ayer con una camiseta sin mangas y sin el cuello de los tradicionales polos, como era norma hace un par de décadas.
El contrapunto a la imagen de Nadal la ofrece Roger Federer. El año pasado peloteó en su primer partido de Wimbledon con chaqueta y pantalón largo, la indumentaria elegida también para recoger el trofeo. El lunes, se presentó en la central con una chaqueta de punto, la última novedad de la línea retro lanzada con su imagen por Nike . La multinacional estadounidense venderá a 330 euros 230 prendas, una por cada semana que suma el suizo como número uno mundial.
En los años noventa, Agassi -como Nadal ahora- también suavizó su imagen rompedora de pantalones vaqueros rotos en Wimbledon, donde lució de blanco. Pete Sampras era entonces su contrapunto elegante como imagen de Nike .