El año maldito de Iván Raña

La Voz LA VOZ | REDACCIÓN

DEPORTES

ROB GILHOOLY

El triatleta ordense abandona en el Mundial de Gamagori y no acaba de librarse del gafe que lo acompaña desde Atenas

11 sep 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Iván Raña tampoco pudo sacudirse en la localidad japonesa de Gamagori el gafe que le acompaña desde la mañana del 26 de agosto del año pasado. Entonces, con todo el país mirándolo y con la gloria que después disfrutó David Cal esperándole en la meta de Atenas, el triatleta de Ordes, llamado a ser el primer campeón olímpico gallego, disputó un apasionante esprint con el australiano Robertson. Ganó, pero fue por el vigésimo tercer puesto. Más de un año después, Raña continúa en una depresión de resultados, mientras que Robertson sumaba ayer su tercer título mundial. Iván Raña no pudo terminar la prueba japonesa, aquejado de sus múltiples problemas físicos, y después de verse sin opciones al comenzar la fase de carrera. El ordense, que había disputado el Campeonato de Europa hace tres semanas como un test a sus posibilidades, parecía recuperado de los múltiples percances que lastraron su calendario. Fue undécimo en Lausana, con el mismo hándicap que en Gamagori: la pérdida de tiempo en la prueba a nado. Ayer, Raña perdió casi un minuto en el agua, un tiempo excesivo y que también había perdido en el Europeo. Mantuvo el tipo en el sector ciclista, pero al comenzar los diez kilómetros a pie, decidió retirarse. Muchos problemas Las razones del retraso en el sector a nado puede encontrarse en el miedo a un golpe en la cara, ya que una caída a principios de agosto le provocó una rotura de la nariz. Pero eso parecía superado, como el famoso virus (citamegalovirus, se llamaba), que lo debilitó sobremanera durante el verano. Atrás quedaron otras lesiones: un glúteo en la prueba de Copa del Mundo en México, un tobillo torcido antes de la de Madrid, un hombro inflamado antes del Europeo que le impedía nadar... Raña, que fue campeón del Mundo en el año 2002, y subcampeón en las dos anteriores ediciones (2003 y 2004), parece necesitar un exorcismo que lo libre del mal fario de Atenas.