El argentino entra en la recta final de su recuperación al tiempo que habla de la continuidad de Javier Irureta y analiza las causas de la mala temporada realizada
05 may 2005 . Actualizado a las 07:00 h.Ver entrenar a Lionel Scaloni cansa. El argentino de Pujato (1978) le echó un pulso ayer a su rotura de bíceps femoral y se integró parcialmente al trabajo de grupo. Su regreso al equipo es inminente. Como dice él, por respeto a la camiseta. Así respira el futuro capitán del Deportivo. -¿Y cómo lo sé? Tengo ganas de jugar los últimos partidos y la única manera es probar. Mi misión es volver lo más rápido posible y a partir de ahí que sea lo que Dios quiera. Me pagan para jugar. -¿Cómo está el equipo? -Como debe estar después de perder unos partidos trascendentales. El tropiezo del Villarreal fue un punto de inflexión negativo. Hay que tenerlo en cuenta, pero no es excusa. La temporada no está siendo buena, pero tampoco es catastrófico. No dimos la talla. Hay que volver al triunfo lo más rápido posible y el año que viene dar la cara. -¿Éste está todo perdido? -No. Lo más importante es cerrar el año de la mejor forma. Entrar en Europa del modo que sea es fundamental porque estamos acostumbrados a jugar dos veces por semana. Llevamos una camiseta importante y sería una lástima acabar más abajo del puesto en el que estamos. -¿Da pena ver al Dépor así? -Pena, no. Unos jugadores que han llegado a la cima merecen respeto porque han dado todo al equipo y a la afición. Un mal año lo puede tener cualquiera. No veo por qué nosotros no. -¿Se ve fuera de Europa? -Hay que darlo todo. Y si se entra, bárbaro. Lo menos que podemos hacer es intentarlo. Sería el objetivo mínimo planteado y si nos quedamos fuera sería un golpe más duro aún del que ya encajamos. -Si se queda fuera de Europa, no se podrá replantear el futuro del equipo, por las carencias económicas. -No lo veo así, porque si se entra en Europa será en UEFA y todos saben que es una competición que a nivel económico no supone mucho empuje, salvo que se llegue a las semifinales o final. Sólo por el tema deportivo nos conviene. -¿Imagina otra temporada como esta? -Hemos pasado este año momentos muy duros y no creo que el equipo decaiga anímicamente más de lo que está. Sinceramente, no creo que sea un gran toque de atención no entrar en Europa. Sería un mal menor haber entrado en la Intertoto o la UEFA. -Le faltan cuatro partidos para ser capitán. -Aún hay dos grandes jugadores en el equipo que tienen la oportunidad de despedirse de nuestra afición y me imagino que será de la mejor forma. Ya pensaremos en ello el año que viene. -A menos que abandone usted el equipo. -Sé que soy un jugador valorado por el club. Si algún momento se habla de mi situación no creo que haya problemas para renovar o irme. Pero para ello debe primero llegar alguna oferta. Me quedan dos años. No me puedo plantear lo que no hay. En junio pasado hubo algo y al final no se hizo. Si vuelve a pasar, se hablará con el Deportivo y decidiremos si me tengo que quedar o ir. A partir de ahí, muchos factores pueden desencadenar que me quiera ir o no. Pero el 99,9% es que me quiero quedar. -También se deconoce la continuidad de Irureta. ¿Los jugadores se ven condicionados por ello? -Por lo que yo conozco, lo primero que se piensa es que se resuelva la situación para bien o para mal, de la mejor forma, con una persona que a nosotros, a la ciudad y al equipo ha brindado siete años deliciosos. Se merece todo el respeto porque ha conseguido cosas importantes. Y se viene hablando desde hace más de un mes de su futuro. Me imagino que lo está pasando mal y no creo que se lo merezca por ahora. -Publicaron candidatos. -Por eso te digo. No es bueno que se hable si se queda o se va porque se merece un gran respeto. Es una persona que nos ha dado mucho y nosotros a él. Merece, como mínimo, eso. -La plantilla se está volcando con él. -Compartimos muchas cosas y no creo que sea la solución darle ahora la espalda. No digo que haya que echarle una mano, pero por lo menos, que se le respete. Que haya que esperar lo necesario para tomar una decisión, pero al menos que trabaje con tranquilidad. -¿Qué falló este año? -Tuvimos lesiones de jugadores fundamentales en puestos fundamentales. Muchos actuamos fuera de puesto o lesionados. Hasta diciembre, el equipo acusó mucho eso. Al principio de año el equipo fue más regular, pero los primeros meses fueron tan malos que no se pudo. Hay dos formas de ver la temporada, desde septiembre a diciembre, y de ahí en adelante. -¿Faltó compromiso? -No. Pongo la mano en el fuego por mis compañeros. Aunque no salgan bien las cosas, lo dejan todo en el campo. El partido contra el Villarreal fue un mazazo que nos tiró para atrás cuando justo levantábamos la cabeza. -¿No será que la plantilla no da para más? -No. Creo que este equipo el año que viene con tres o cuatro jugadores buenos vuelve a estar arriba. -¿Hubo descontento en el vestuario? -No fue un año muy conflictivo. Cada uno tiene su forma de ser. El jugador que piensa que tiene que jugar y lo expresa en la prensa, está bien. Cada uno tiene su forma de ser. No hay nada que objetar a nadie.