«El presidente siempre comentó que esperaría a lo que yo dijera»

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo A CORUÑA

DEPORTES

Javier Irureta, que no quiere hablar sobre su futuro, vería normal que Lendoiro tratara con otros técnicos, pero recuerda que hasta la fecha aguardó por él

26 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuando una buena parte de la prensa deportiva coloca a Irureta lejos de A Coruña, el técnico vasco se mantiene fiel a su máxima ignaciana y no varía el rumbo de sus declaraciones. El entrenador asegura que no hablará de su continuidad hasta el final de la temporada y que «lo único que importa ahora es centrarse en los cinco encuentros que restan». El vasco comprende cómo está montado el mundo del fútbol y que se especule con su marcha del Deportivo, pero no se preocupa por lo que publican unos y otros, por una cuestión de «credibilidad». En cualquier caso, la comprensión de Irureta llega hasta su superior. «Que el presidente hablara con otros entrenadores antes de hacerlo conmigo lo veo hasta normal», dice. Pero, eso sí, recuerda que «hasta la fecha, el presidente siempre comentó que esperaría a lo que yo dijera. Y así fue siempre. Pero eso no quita que pueda cambiar Lo realmente importante es qué sucederá en los próximos cinco partidos. Mientras hay vida, hay esperanza». Sobre las diferentes informaciones que aparecieron estos días, dice Irureta: «Me lo tomo con naturalidad. Esto es algo común al juego de la prensa, los rumores y todo eso. Supongo que cuando alguien escribe algo o lo dice será porque tiene información privilegiada. La verdad es que no me duele que hablen de otros posibles entrenadores para el Dépor. Es el juego en el que nos movemos. Pero ahí está el grado de credibilidad de cada cual, que en algunos casos es poquito. Recuerdo al principio de temporada todo lo que se decía que íbamos a contratar. Si aquello hubiera sido cierto habríamos fichado como el Chelsea. Y luego, en diciembre, otro tanto. Si nos fiamos de eso, igual no se merecen tanto crédito. Pero, en fin, cada uno que diga lo que quiera. Yo, en su momento, con el primero que hablaré será con el presidente». Javier Irureta fue despedido con silbidos el pasado domingo, igual que la plantilla e igual que, en algunos momentos, hubo algún pito dedicado al palco: «Por cierto -dice Jabo-, no dije que el público había dictado sentencia. Dije que había lanzado un mensaje y que cada uno puede interpretarlo de una manera. -¿Y como lo interpreta usted? -Mi interpretación me la reservo para mí. Los hechos le han dado la razón al técnico blanquiazul. La plantilla era corta y, por tanto, necesitaba refuerzos. Pero el vasco traslada al final del ejercicio el análisis sobre todo lo acontecido en la presente temporada: «Esto todavía no ha acabado. Quedan cinco jornadas, quince puntos. Al final de la temporada hablaremos de las cosas y analizaremos», dice el entrenador. Aunque las apariencias apuntan a veces a una bajada de brazos por parte de sus jugadores, Jabo lo niega: «Qué va. Ocurre que, en ocasiones, los rivales te imponen sus condiciones. A estas alturas de la temporada, los equipos se juegan mucho. Igual sucede que algunos tienen una reacción más dinámica sobre el terreno de juego. Yo creo también que nosotros hemos tenido fallos puntuales, de concentración, que nos llegamos a creer que el partido estaba ganado, que el león ya estaba domado. Esto es algo que nos sucedió muchas veces durante la primera vuelta y que pensé que ya estaba arreglado. Pero, insisto en que esto es una labor de equipo que exige de todos los jugadores un aspecto solidario. Uno de nuestros fallos ante el Racing de Santander tiene que ver con esto. El segundo tanto es fruto de una falta de colaboración. Aparecieron jugadores solos de una forma inadmisible. Para conseguir las victorias tiene que reinar un espíritu solidario en todo el equipo». La continuidad o marcha de Irureta fue ayer uno de los temas principales de conversación del deportivismo, al igual que la más que probable reconoversión de la plantilla blanquiazul, que en la presente campaña ha dado muestras evidentes de necesitar una renovación. Al margen de las consabidas marchas de Fran y de Mauro, la plantilla se quedó corta en exceso para afrontar varias competiciones, algo que se ha pagado con la actual clasificación y con escasas posibilidades de alcanzar un puesto de Champions, amén de grandes dificultades siquiera para entrar en la UEFA e Intertoto.