Sin equipo y en los tribunales

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro OURENSE

DEPORTES

El Laguna, equipo tinerfeño de Tercera, se ampara en una enfermedad congénita para expulsar al vigués Jorge Fernández, al que impidió entrenar y quiso liquidar con un billete de avión

12 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

La aventura canaria del vigués Jorge Fernández terminó en los tribunales. Desde Calahorra, este jugador con pasado en el Celta B, decidió enrolarse en el Laguna, un conjunto tinerfeño del grupo canario de Tercera división. Le prometían mucho dinero, pero un mes después volvió para Galicia con una denuncia en los juzgados como única esperanza. Todo empezó con una molestia en la rodilla derivada de una patada. En el último partido de pretemporada y después de haber marcado seis goles en cinco encuentros. Jorge acudió al médico para una revisión. Una radiografía detectó la rótula partida. No era nada nuevo. Se trata de una enfermedad congénita que no le ha impedido jugar al fútbol en ningún momento y que el propio Laguna conocía. Sin embargo, se aferraron a esa lesión para prescindir de los servicios del interior zurdo. Además, de malos modos. «No me dejaban entrenar, sacaron mi nombre de la camiseta y me impidieron incluso acceder al vestuario. Primero me lo dijo el entrenador y después mandaron al capitán. Tuve que acudir con un notario para levantar acta de la situación», recuerda el vigués, que también explica el fin de tantas hostilidades: «Querían liquidarme con un mes de sueldo y el billete de vuelta a casa, por eso no me quedó más remedio que poner el caso en manos de los tribunales». El acto de conciliación ya tuvo lugar, pero el conjunto insular no llegó a presentarse. Jorge espera ahora por el juicio que pueda darle la razón. «Me han dejado tirado como a un perro. Me ofrecieron mucho dinero, me dijeron que habían ido dos veces a verme a Calahorra y ahora me hacen esto». Hasta diciembre, cuando se abra el mercado, tiene previsto seguir entrenando con el Ourense «porque, aunque tengo que ir desde Vigo todos los días, así puedo mantenerme a un buen nivel». Espera que pueda salirle algún Segunda B o un Tercera. Jorge piensa que todo juega a su favor para ganarle la demanda al equipo canario. El propio médico del club le comentó que descansase diez días y después siguiese jugando si no tenía molestias. También el Corralejo (ahora Fuerteventura), equipo en el que estuvo antes de irse a Calahorra, certifica que la enfermedad no le impide jugar al fútbol. «Los del Laguna llamaron a Corralejo para preguntarle, y lo único que le dijeron es que nunca había estado lesionado», algo que según su propio testimonio se repite a lo largo de toda su trayectoria deportiva. «Ni fibras he llegado a romper», matiza. En Calahorra jugó todos los encuentros de la segunda vuelta con Arteche.