Duelo de alta tensión entre los subcampeones del mundo y de Europa
16 ago 2004 . Actualizado a las 07:00 h.La prueba del algodón. La España de Pau Gasol ante una cita de verdad. Una vez solventado el trámite del estreno ante China, el equipo de Mario Pesquera se enfrenta esta tarde ( 19 horas, TVE 1 ) a Argentina. Palabras mayores. Un duelo en la cumbre: frente a frente los subcampeones del mundo (Argentina) y de Europa (España), dos de las alternativas al poderío de Estados Unidos. El último precedente, un triunfo español en el torneo de Madrid (98-90) este mismo mes en el partido que cerró la preparación española para los Juegos. Aquel día, los argentinos dominaron el choque con cierta suficiencia hasta el arreón final de Navarro y Gasol. Los sudamericanos cuestionaron entonces el arbitraje y quizá les faltó tensión en el tramo final. En cualquier caso, dos escuelas emergentes, un par de plantillas con un inmenso talento. Y una diferencia: desparpajo español frente al indomable carácter argentino. No hay secretos, las cartas boca arriba. excepto los argentinos Delfino y Manu Ginobili, el resto de los 24 protagonistas han pasado por la ACB, y al menos 17 seguirán en la Liga española la próxima campaña. Eso sí, da la impresión de que mientras el cuadro argentino está a un paso de su techo, en plena madurez, al español le queda un largo trecho por delante para descubrir hasta dónde es capaz de llegar. Hoy tiene un test importante, más por la ventaja moral que por la relativa importancia de un triunfo que sólo marca el camino de los cuartos de final. Puestos a buscar puntos de desequilibrio, Argentina no tiene un jugador interior tan determinante como Gasol. España, además, cuenta con una batería de pívots, a priori, superior a su rival. Además de su agresividad, Argentina cuenta con un juego exterior temible: Ginobili, Nocioni y Delfino, tres jugadores que estarán en la NBA la próxima campaña. La incóngita se llama Calderón, un gran defensor que también necesitará hacer daño en ataque a Montecchia y a Pepe Sánchez. En Madrid, las faltas acabaron por desgastar a los argentinos e inclinaron el partido del lado español. Era un simple test. Esta tarde será de verdad.