Sus posibilidades de competir la próxima temporada son escasas.
22 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.La asamblea de accionistas del Compostela fue la más polémica de la historia del club. Y ya se esperaba un proceso tormentoso y muy delicado, pues se iba a tratar la más que probable desaparición de un club que no hace muchos años estaba compitendo en Primera División. El Compostela está ahora en manos de tres liquidadores, que deberán poner en marcha el fin de un largo ciclo. Miguel Ángel Bouza López, José Manuel García Cánovas y Juan Manuel Capellá Pérez fueron los tres elegidos. Los tres fueron propuestos por el consejo de administración y recibieron el apoyo de la gran mayoría de los accionistas. El Concello de Santiago, representado por el concejal de Deportes Manuel Portas, arribó a la cita con 6.636 votos, casi tantos como el ex mandatario Caneda, que hasta el miércoles siempre ganó las votaciones con sus acciones y las de sus familiares y amigos. Y Caneda repitió el mismo número de apoyos, pero en esta ocasión el Concello y el consejo de administración derrotaron con claridad al antiguo dirigente, al que todos coinciden en señalar como el máximo culpable de la caótica situación económica y deportiva del Compostela. Participación La clave estuvo en el récord de asistencia, pues en la asamblea estaba presente el 93,24 por ciento del accionariado de la entidad (más de dieciocho mil acciones). Caneda llegó a la junta general extraordinaria con intención de controlar de nuevo el Compostela, pues en la misma asamblea el consejo encabezado por Juan Silva presentó su dimisión irrevocable. Caneda quería intentar salvar sus más de 600.000 euros de acciones y otros 900.000 que dice le debe el club, aunque nunca justificó ni explicó de dónde salió tal cantidad de dinero. Sin embargo, el máximo accionista del Compostela se encontró con una gran sorpresa. Sufrió una humillante y aplastante derrota. Cuando se vio perdido y cuando comprobó que el ritmo que llevaban las votaciones le mandaba contra las cuerdas, trató de boicotear la asamblea. Con insultos, amenazas y malas formas intentó reventar el proceso. No lo consiguió. Tuvo que abandonar el Palacio de Congresos y Exposiciones de la capital de Galicia con el doloroso y amargo sabor de la derrota. El resultado final no se lo esperaba Caneda. Perdió por 9.714 a 7.894. Los liquidadores Ahora, con la intervención de los liquidadores, el Compostela tiene un futuro muy negro. De hecho, las posibilidades de participar en los diferentes campeonatos son escasas, pues durante estos días el club tendría que preparar las licencias de todos sus equipos y confeccionar las diferentes plantillas. Además, antes del 31 de julio tendría que pagar los cincuenta millones de pesetas que le debe a los futbolistas de la pasada campaña y las cantidades que todavía tienen sin percibir los técnicos Luis Ángel Duque y Gabi Leis. Todo apunta a que en septiembre el Compostela no podría competir y, entonces, se confirmará la muerte anunciada de la entidad blanquiazul.