Reportaje La Vilagarcía Basket Cup hizo coincidir en su última edición a «cachorros» de apellidos ilustres en baloncesto, como Jasikevicius, Tkachenko y Martín
11 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.La Vilagarcía Basket Cup es uno de los torneos con más prestigio de Europa en la categoría sub 20. Las mejores escuelas del continente se trasladan cada Semana Santa desde hace nueve años a la capital arousana para participar en la competición. Sin embargo nunca hasta la edición que acabó el pasado sábado habían coincidido tantos apellidos ilustres sobre el parqué de Fontecarmoa. Martín, Jasickevicius o Tkachenko son iconos que le suenan incluso al menos ferviente de los aficionados. Jan es el único hijo del desaparecido Fernando Martín. Sólo por eso, su llegada al baloncesto ya fue noticia. Siendo todavía juvenil se convirtió en centro de atención por su elección de jugar en el Canoe en lugar del Real Madrid al que parecía destinado. Quizás por eso ahora prefiere pasar desapercibido, pero su físico lo delata. Ahora milita en el Adecco Estudiantes y está en plena reconversión al puesto de alero. La cosa parece ir por buen camino, al menos en el trabajo del lanzamiento exterior. Jan fue el segundo clasificado del concurso de triples del Vilagarcía Basket Cup. Tanto en esa final como en el resto del torneo, se pudo comprobar que si algo ha heredado Martín de su padre es el carisma. El jugador del cuadro colegial fue uno de los más aplaudidos en sus acciones durante la competición, incluso a pesar de correr con ese chulesco trote tan característico de su tío Antonio. Otro que no puede ocultar sus genes es Vytenys Jasickevicius. Físicamente es un calco de su hermano Sharas. Con el balón en la mano intenta parecérsele también, pero todavía le falta un trecho largo por recorrer. Ni siquiera ha conseguido hacerse aún un hueco en el quinteto titular del equipo filial del Zalgiris. Su mejor virtud es el lanzamiento exterior y, al igual que su hermano, no tiene el menor recato en demostrarlo. Más difícil de asimilar es la condición paterno-filial de los Tkachenko. Además de los más de veinte centímetros que los separan, la distancia se agranda mucho más a la hora de ver en acción al hijo. De sus virtudes baloncestísticas no podemos hablar porque se fue del Vilagarcía Basket Cup sin jugar ni un minuto, pero las físicas son apabullantes. Con su 1,98, Igor Tkachenko se llevó de calle el concurso de mates. Giros de 360 grados, o un machaque pasándose el balón entre las piernas mientras iba volando fueron sólo un anticipo del show final. Un salto sobre Suso, el animador oficial del Adecco Estudiantes contratado por la organización, coronado con un mate de lado. Si además sabe jugar, parece que tendrá un sitio en el primer equipo del CSKA. Un gran torneo Los concursos de mates y triples, éste último lo ganó Vassili Zavoruev (CSKA), fueron el preludio de la final del Vilagarcía Basket Cup. Una final que disputaron el Zalgiris y el Unicaja y en la que los lituanos consiguieron revalidar el título (70-76). Con anterioridad, el Adecco Estudiantes había derrotado al Barcelona en el encuentro por el tercer y cuarto puesto. La final fue el perfecto colofón para un torneo que dio otro paso hacia la élite. De su calidad ya tienen noticias en la NBA (Alberto Dal Cim, ojeador del Utah Jazz, presenció todos los encuentros) y son los equipos los que se ofrecen para participar. Para la décima edición, la del 2005, el campeonato se trasladará al recinto de Fexdega porque las 1.500 localidades del pabellón de Fontecarmoa se han quedado cortas. Una feria monotemática sobre baloncesto complementará a la actividad sobre el parqué para un torneo que comienza a prepararse desde ya.