?as congelaciones sufridas por Chus Lago en su reciente ascensión al Pobeda, tras pasar una noche al raso, le han pasado factura. Pese a la extraordinaria recuperación experimentada por la deportista, ha sido necesario amputarle media falange del dedo anular de la mano derecha y la yema del dedo gordo del pie izquierdo. «Me han hecho una manicura extensiva», explica sin perder el humor. Las pruebas a las que fue sometida antes de la intervención confirmaron que la sangre llegaba con normalidad al resto de los dedos afectados por la congelación, si bien todavía resultan apreciables las secuelas en varios de ellos. La operación fue realizada en el Hospital Clínico de Zaragoza el pasado día 2 por el doctor José Ramón Morandeiras, el experto en medicina de montaña.