No son tan conocidos como puedan serlo Óscar Sevilla, Joseba Beloki o Igor González de Galdeano, pero sus aspiraciones para este Tour son las mismas. Componen la cara menos conocida de la armada española, pero no por ello la menos importante. Si saben jugar bien las cartas, seguro que los corredores españoles van a dar muchas alegrías. Lo cierto es que tenemos buenos corredores en todos los terrenos. Llaneros solitarios como Freire y Laiseka, que hacen la carrera por su cuenta; promesas de la talla de Ibán Mayo o Unai Osa; animadores que se encargarán de dar vidilla a la carrera; y gregarios de lujo. Todos sueñan con convertirse en la gran sorpresa del Tour. B Llaneros solitarios: Quizá el representante más importante de este grupo sea Óscar Freire. En su primera participación en el Tour, el cántabro intentará hacerse con una victoria al esprint, su gran especialidad. Una virtud que ya demostró en 1999 y 2001 con sendos campeonatos del mundo que se decidieron sobre la línea de llegada. Cuenta con la ventaja de que Cipollini, rey por excelencia de las llegadas masivas, no va a tomar la salida. La ausencia de los mejores corredores de su equipo y el rendimiento de Zabel, sus rivales. Al que tampoco hay que perder de vista es a Roberto Laiseka. El del Euskaltel ya demostró el año pasado que es un verdadero especialista en la montaña. Su victoria en Luz Ardiden dio muestras del potencial que tiene. Aunque una lesión no le ha permitido entrenar al cien por cien, su estado actual es óptimo. También hay que recordar a David Etxebarría. Su potencia física y gran combatividad le permiten saltar del pelotón con relativa facilidad. En el Tour de 1999 ya ganó dos etapas gracias a sendas escapadas. En el grupo de los corredores acostumbrados a sacar el máximo rendimiento a sus esfuerzos también encuentra un hueco Chente García Acosta. El de Ibanesto, al igual que Etxebarría, es un gran especialista en escapadas cerca de la meta. Así logró una etapa en el Tour del año 2000. B Jóvenes Promesas: Uno de ellos es Ibán Mayo. 2001 fue su primer año en serio tras saltar al profesionalismo. Consiguió una victoria en la Dauphine Liberé. Otra de las grandes promesas es su compañero del Euskaltel Haimar Zubeldia. Su victoria en la Bicicleta Vasca de 2000 demuestra la capacidad de este joven corredor. Éste será su segundo Tour de Francia. Unai Osa es otro de los jóvenes más prometedores del pelotón español. Aunque será su primer Tour, su experiencia en grandes vueltas es muy grande. No hay que olvidar su tercer puesto en el Giro de 2001. Llega al Tour con pocos días de rodaje. Finalmente, hay que destacar el papel de Iván Gutiérrez. Su especialidad es la lucha contra el crono. Así lo demostró hace dos años, pues se impuso en el campeonato de España de esta modalidad. B Animadores: Son los encargados de buscar el triunfo en las etapas en llano. Con sus escapadas consiguen mantener la tensión en la carrera y evitar el marcaje de los equipos del líder y de los llegadores. Francisco Cabello pertenece a esta especie, siempre moviéndose en el seno del pelotón. En 1995 consiguó una etapa en el Tour. Al igual que Cabello, Iñigo Cuesta es otro culo inquieto . Ya ganó una jornada de la Dauphine Liberé en la edición de 2000. B Gregarios de lujo: El gallego Marcos Serrano es uno de ellos. Su misión será la de ayudar a sus líderes, Beloki y Galdeano, aunque si encuentra la posibilidad, intentará ganar alguna etapa. Lo mismo sucede con el asturiano Chechu Rubiera. Junto a Roberto Heras, será el encargado de proteger al estadounidense Lance Armstrong de las acometidas de sus rivales en las etapas de montaña.