Ramiro Amarelle (campeón de España juvenil con el Dépor, técnico de infantiles del Ural, integrante a sus 24 años de la selección española de fútbol playa y uno de los mejores del mundo en la modalidad) entrenará la próxima temporada a los cadetes del Santander, adonde llegará de la mano del director general, Quique Setién. De este modo se consuma una tendencia de graves consecuencias para la cantera coruñesa: el éxodo, ante la falta de apoyo, no sólo de jóvenes talentos sino también de los profesionales encargados de formarlas. Hasta ahora, Amarelle (que colaboró con Corredoira en la selección gallega alevín) entrenaba a los infantiles del Ural y estaba inmerso en el proyecto de futuro de las escuelas del club de Santa Lucía. «Nunca había pensado en irme, pero el Santander ofrece un buen proyecto para los chavales y mucha confianza en mi trabajo», explica. «Los resultados no se verán hasta dentro de cinco años. Se han gastado 1.202.024 euros en campos para niños, pero será rentable. Se crearán escuelas en toda Cantabria y un centro de alto rendimiento para trabajar con determinados niños», añade. A Ramiro no le extraña esta repentina apuesta por la base: «El fútbol cada vez mueve menos dinero y no quedará más remedio que recurrir a la cantera». «Haré todo lo que esté en mis manos para que el chaval llegue a juveniles con posibilidades, que no les suceda lo que a mí», dice. El técnico es un buen conocedor de las perlas coruñesas y apuesta por ellas ciegamente. Por eso, no dudará a la hora de llamarlas a su lado. «Me gustaría sacar chavales de A Coruña. En cuanto pueda, les echaré una mano», anuncia.