El Barcelona, sin Rivaldo, y el Real Madrid, sin Figo, disputan esta noche en el Camp Nou el primer asalto de la semifinal de la Liga de Campeones El mundo futbolístico gira hoy alrededor de un eje llamado Camp Nou. Porque uno de los clásicos de la Liga española se transplanta a la Champions League. Un Barcelona-Real Madrid en semifinales de la máxima competición continental es un plato muy fuerte, sobre todo cuando puede ser el único que se lleven a sus vitrinas los dos contendientes en la presente temporada.
22 abr 2002 . Actualizado a las 07:00 h.A pesar de la ausencia de Figo, de Rivaldo y de Puyol, y de la presunta zozobra de conjunto azulgrana, Europa multiplica por mil la dimensión de un duelo siempre apasionante. Porque en el derbi siempre hay algo en juego. Y en esta ocasión, sobre el tapete verde está un billete para Glasgow. Johan Cruyff y la afición culé le pide al entrenador azulgrana, Carlos Rexach, atrevimiento en el planteamiento del encuentro. Porque el Barça se juega en la Liga de Campeones su última carta (aunque puede ser un as) para no firmar otra campaña en blanco. Y el Madrid, pendiente de un mal paso del Valencia en el campeonato liguero, quiere recordar el año de su centenario con al menos un trofeo. Los blancos, si cumplen lo que anuncian, llegan al Camp Nou sin visos de especulación para arrancar un buen resultado. Los precedentes casi no sirven como referencia. Hace 42 años que madridistas y azulgrana no miden sus fuerzas en la Copa de Europa. Los dos contrincantes deberán sobreponerse a bajas importantes. Pero los huecos dejados en el Barcelona son más importantes, ya que no contará con Rivaldo y Puyol, por lesión, ni con Xavi, por sanción. El Madrid asume mucho mejor las de Figo y Morientes. Quizá porque en Solari y Guti tiene dos sustitutos de lujo, porque tiene más confianza en el equipo y porque es menos esclavo de las individualidades. Rexach ni siquiera ha podiddo completar la nómina de 18 jugadores que permite la Uefa para los partidos europeos. El entrenador azulgrana sólo ha podido concentrar a 16 jugadores. El conjunto que debe desterrar la palabra Rivaldodependencia estará formado por una línea defensiva que se presenta una vez más como el punto débil barcelonista, con Reiziger, que sustituye a Puyol, Abelardo, Frank de Boer y Coco. En ausencia de Xavi, Cocu será posiblemente el organizador de juego, escoltado por Fabio Rochemback y Luis Enrique -decisivo en los últimos encuentros del Barça en la Champions-, con Kluivert en la mediapunta y Saviola y Overmars en el ataque. Vicente del Bosque no ha despejado las incógnitas de su equipo titular, ya que el entrenador ha decidido llevarse a todos los disponibles: veinte jugadores. Parece que Zidane y Solari estarán a pesar de sus problemas físicos. Aún así, las dudas son muchas. El técnico, que no ha querido dar ninguna pista, tendrá que decidir si sigue confiando en Paco Pavón para el centro de la zaga, una vez que Iván Helguera ha cumplido su partido de sanción, y si Geremi o incluso el brasileño Flavio tienen un sitio en el equipo titular. En principio, en la portería estará César y en la defensa Míchel Salgado, Hierro, Pavón y Roberto Carlos. El entrenador madridista se decantará por Helguera en la zona ancha para formar el doble pivote con Makelele. Por delante de ellos actuarán Zidane, por la derecha, y Solari, por la izquierda. Raúl tiene un puesto seguro en la delantera. El otro debe ser para Guti, en gran momento de forma como demostró ante el Tenerife en la última jornada de Liga. Pero no hay que descartar que Del Bosque guarde sorpresas, como la de colocar a Geremi en el centro del campo dejando a Raúl como único punta, como ya hizo en Múnich ante el Bayern. Otra incógnita en un partido anti-pronósticos.