CICLISMO / MUNDIALES DE LISBOA
11 oct 2001 . Actualizado a las 07:00 h.El alemán Jan Ullrich hizo buenos los pronósticos que le señalaban como el candidato número uno a lograr el jersey arco iris en la prueba de contrarreloj individual de los mundiales, camiseta que ya logró hace dos años. Si la victoria de Ullrich era una crónica anunciada, la plata del británico David Millar y el bronce del colombiano Santiago Botero, tampoco fueron ninguna sorpresa, ya que en las apuestas iniciales entre los entendidos estaban ubicados por ese orden. Jan Ullrich fue el mejor con diferencia y prueba de ello es su registro de 51:49 minutos en los 38,2 kilómetros, lo que significa una velocidad media de 44,7 kilómetros por hora. El ciclista teutón, que en los últimos años está en un segundo plano por la superioridad en el Tour de Francia del estadounidense Lance Armstrong, aprovechó a la perfección la ausencia de este para recuperar el protagonismo. Su victoria no es ninguna sorpresa, pues ha preparado meticulosamente los mundiales, que no se le dan nada mal y prueba de ello son las dos medallas de oro y una de plata en la carrera cronometrada, aunque su asignatura pendiente sigue siendo la ruta, donde no ha conseguido meter todavía la cabeza. Renunció a disputar la Vuelta a España para centrarse en los campeonatos del mundo y lo cierto es que ha acertado, al margen de lo que pase mañana en la carrera en línea, para la que sigue siendo el candidato número uno. Ullrich, que llego a los boxes tan sólo una veintena de minutos antes de que comenzará la prueba, pues prefirió, para evitar el acoso de la prensa y aficionados, «sudar» en el hotel, mantuvo un pedaleo regular de principio a fin, sin obsesionarse con las mejores marcas que tenían su más directos rivales. Su final fue explosivo. Perfectamente acoplado a su bicicleta, sin casco aerodinámico y apretando los dientes puso la directa consiguió superar los registros de sus rivales.