FÚTBOL
20 mar 2001 . Actualizado a las 06:00 h.La selección española inició ayer una concentración de diez días, en el transcurso de los cuales disputará un partido oficial ante Leichtenstein (el próximo sábado, en Alicante, valedero para la fase de clasificación del Mundial-2002), y uno amistoso, (el día 28, en Mestalla, frente a Francia, actual campeón de Europa y del mundo). Por este doble motivo, el próximo fin de semana se registrará un alto en el campeonato de Liga. Las polémicas arbitrales entre los aspirantes al título quedarán aparcadas durante este periodo. Al menos así lo quiere el seleccionador. Los dieciocho jugadores -Luis Enrique causó baja por lesión- convocados por José Antonio Camacho para estos dos encuentros fueron llegando en bloques al parador de El Saler de Valencia, donde permanecerán concentrados hasta el día 22, fecha en la que se desplazarán a Alicante. Los primeros en llegar fueron los valencianistas Cañizares, Mendieta y Baraja. También se incorporaron directamente a El Saler los azulgrana Guardiola y Sergi, el espanyolista Sergio, el mallorquinista Nadal, los jugadores del Alavés Javi Moreno y Téllez y el madridista Raúl, que viajó desde Mallorca donde se encontraba desde el domingo. El resto de seleccionados -Etxeberria, Manuel Pablo, Romero, Hierro, Helguera, Casillas, Morientes y Munitis- se desplazaron por la mañana al seleccionador nacional. Ya por la tarde y, durante una hora de sesión, Camacho probó al debutante Téllez en el centro de la defensa y a Munitis por la izquierda. Una de las primeras tareas que tiene que emprender Camacho en la concentración es la de mentalizar a los jugadores para el partido frente a Leichtenstein. Primero, porque la Liga está en su punto álgido y será difícil para los internacionales abstraerse de la misma. El seleccionador salió muy quemado en el último encuentro internacional, frente a Inglaterra, cuando se habló más del Real Madrid-Barcelona que se jugaba unos días después.