Agassi busca su segundo título después de diez años

JOSE MARÍA GUIMARAENS A CORUÑA

DEPORTES

TENIS / MASTERS CUP Las semifinales del Tennis Masters Cup Lisboa 2000 han reunido en el Pabellón del Atlántico a los cuatro campeones de torneos de Grand Slam de esta temporada: Sampras (Wimbledon), Agassi (Open de Australia), Marat Safin (US Open) y Gustavo Kuerten (Roland Garros).

02 dic 2000 . Actualizado a las 06:00 h.

Mientras en uno de los partidos de la penúltima ronda Andre Agassi se impuso a Marat Safin por 6/3 y 6/3 en una hora y veintinueve minutos, en el otro encuentro el brasileño Gustavo Kuerten derrotó al norteamericano Pete Sampras, defensor del título, por 6/7 (5/7), 6/3 y 6/4 en dos horas y trece minutos. Hoy Agassi y Kuerten se verán en la final al mejor de cinco sets. Como consecuencia de la victoria de Kuerten, el sudamericano puede desbancar del liderato mundial a Safin. Eso sí, necesita doblegar a Agassi en el duelo decisivo. De Kuerten, que llegó a sentir molestias tras su primer partido, cabe recordar que este año fue superado por Sampras en la final del Masters Series de Miami. Favorito Por su parte, Andre Agassi, de 30 años, volvió a exhibir su temple, la firmeza de su resto, además de un malintencionado servicio para desarbolar al ruso Safin, sobre el que ya tenía tres victorias después de cuatro enfrentamientos. El estadounidense consumó su cuarto triunfo consecutivo en el torneo, por lo que se ha convertido en el único aspirante a conseguir el gran premio de 297 millones de pesetas, reservado al campeón invicto. Agassi, en efecto, se impuso en los tres partidos de la liguilla del grupo verde y en semifinales dejó fuera de combate a Marat Safin con todas las de la ley. Al ruso le perjudicaron dos caídas, sufridas en los juegos séptimo y noveno del primer set. Fueron otros tantos esguinces en el tobillo derecho, aunque el primero no le impidió seguir. Sí el segundo, que obligó a que al moscovita el fisioterapeuta le colocara un vendaje. Entre que ese problema obstaculizaba sus acciones y que Agassi actuaba con plena convicción, Safin acabó malhumorado y vencido.