Diego Ibáñez (Carolina Durante): «Dice mucho de Rosalía que cante un disco como el nuestro»

CULTURA

El grupo llega esta semana a Galicia con todas las entradas agotadas desde hace semanas
03 feb 2025 . Actualizado a las 14:41 h.Haciendo un guiño a la famosa serie de libros que se hicieron populares en los ochenta, Elige tu propia aventura (2024) fue uno de los discos destacados de la música española del año pasado. Se trata del álbum con el que Carolina Durante demostraron que son algo más que un grupo que dispara balas de punk-pop hacia la diana de sus fanes. Y quisieron plasmarlo de una manera tan explícita que lanzaron como primer single el tema homónimo, una pieza con maneras de himno generacional con cuerdas y vientos. «Fue una declaración de intenciones. De decir "podemos darle un giro absoluto a la movida y seguir haciéndolo bien"», explica Diego Ibáñez. «Hay sufrimiento, recuerdos, muchas cosas —continúa—. Yo admiro a los grupos que se atreven a dar un giro a su movida cuando está funcionando. Me parece valiente y con ambición artística. La gente se quedó tiesa, pero también lo buscábamos». El viernes 7 de febrero estarán en la sala Pelícano de A Coruña, un recital cuyas entradas llevan semanas agotadas. En verano actuarán en los festivales O Son Do Camiño de Santiago y Caudal Fest de Lugo.
—Hay críticas que sostienen que este disco podría representar la frustración de la gente de clase media de 30 años. ¿Lo ve así?
—Puede ser. Total. Siempre me pareció curioso que en los discos se refleje claramente en qué estaba de su vida están. A veces me pregunto si escribirían lo mismo si no contasen con fotos nuestras o si pones el disco a alguien que no conoce en absoluto a la banda, si sería capaz de apreciar una diferencia.
—Hay muchos avances musicales en el álbum. Una canción como «Tempo 2» es totalmente nueva.
—Ojalá lo hubiésemos metido más. Me he dado con ganas de forzarlo un poco más. Hay canciones que denotan un cambio. Tempo 2 es la más clara. Me he divertido mucho haciendo esa canción.
—Ahí canta: «Odiábamos las mismas cosas, nada une más que eso». ¿Una forma retorcida de ver el amor?
—Bueno, yo intento no caer mucho en el odio porque acabas enfangándote. Cuando acabas hablando con alguien solo de cosas que odiáis en común llega un momento horrible. Creo que está mejor hablar de las cosas que uno ama, pero el odio une. Aunque también pienso que odiar algo supone amar todo lo demás. Yo odio en un bar la mesa de la entrada y la que está al lado de la cocina, pero amo todas las demás.
—En «Normal» canta Rosalía, una colaboración insólita entre una súper estrella pop y un grupo independiente. Es como si en el panorama británico se juntasen Fontaines D.C. y Dua Lipa. ¿Cómo surgió?
—No es una colaboración tal como se entienden hoy en día las colaboraciones. No se dan mucho. Esta es una industria donde está todo medido y se hace todo de una manera tan milimétrica que dice mucho de Rosalía que cante en un disco como el nuestro. Estamos muy contentos y muy orgullosos del resultado.
—Sin embargo, se ha generado polémica por la decisión de no acreditarla. ¿Qué pasó?
—El malentendido surge porque en redes sociales cogieron una respuesta a otra pregunta que no tenía nada que ver con eso. Lo de acreditar o no acreditar la canción es algo que está súper hablando y que no depende únicamente de nosotros. Esto es una colaboración y cuando Rosalía decide cantar en nuestro disco lo hace desde la amistad. De alguna manera me está ofreciendo la mano. Si me ofrece su mano no le voy a coger el brazo. No sé en qué cabeza cabe que nosotros nos negamos a que aparezca acreditada. Surgió así y ya está.
«Las guitarras han estado siempre ahí»
Si en los últimos años los grupos de guitarras españoles tenían que vérselas siempre con la pregunta de si estas agonizaban en favor de las músicas urbanas, en los últimos tiempos parece haber cambiado el interrogante completamente.
—Se habla de Carolina Durante como la punta de lanza del resurgir de las guitarras en España. ¿Cómo lo ven?
—Desde hacía muchos años estilísticamente los carteles de los festivales estaban copados por los mismos grupos y los sucedáneos de esos grupos. Ahora estoy empezando a ver un relevo de estos grupos. Creo que está viviendo un momento muy bueno. Por ejemplo, en Madrid no paran de salir grupos. No sé si es que las guitarras vuelven. Las guitarras han estado siempre ahí, pero ahora se está empezando a ver de otra manera.
—No paran de crecer y eso genera siempre tensión entre los fanes originales y los que llegan luego. ¿Cómo llevan esa relación?
—Me parece increíble ver que la gente que nos descubre por el disco nuevo, o que saben de nosotros por Rosalía, empiezan a zamparse toda la discografía anterior. Yo lo llevo bastante bien. Creo que no ha supuesto tampoco un giro de 180 grados. No hacemos algo muy diferente. Y sí, en Madrid rara vez nos vas a ver en una sala pequeña. Yo prefiero ver a un grupo en una sala pequeña que verla en un recinto de 10.000 personas, vale. La reivindicación esa de «yo estaba antes» la hace todo el mundo. También lo he hecho yo.
—¿Y no es un poco absurda?
—Es bonito acompañar a un grupo viéndoles crecer. Si has tenido la suerte de ver a un artista en una sala en la que había solo 10 personas y luego lo ves en una de 15.000 creo que es emocionante.