El acuario de A Coruña recibió una primera edición de 1869 de la obra de Verne «20.000 leguas de viaje submarino»
07 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Gastón es un tiburón toro mal encarado que vive dando vueltas a la sala Nautilus de la Casa de los Peces de A Coruña. Una sala que este miércoles fue escenario de entrega de una reliquia verniana, principal y lustrosa.
Cuando la Asociación de Amigos de la Casa de las Ciencias recibió, de generosas manos anónimas, una primera edición de la legendaria gesta prosística 20.000 leguas de viaje submarino, editada en 1869, se llegó de inmediato a la conclusión de que aquel tesoro no podía ser disfrutado solo por unos pocos. «En vez de quedárnosla para nosotros, hemos preferido que la pueda ver todo el mundo», corrobora Julio Casal, presidente de la institución.
El lugar era óptimo. Los intestinos del submarino del capitán Nemo. Ese espacio del acuario al que se accede descendiendo unas escaleras rodeadas de pósteres e ilustraciones. Como los carteles de la más extraordinaria versión cinematográfica que de la novela se ha hecho. La de Richard Fleischer, que en 1954 enfrentó los rostros de James Mason y Kirk Douglas.
Se encargó de poner las palabras Moncho Núñez, padre y padrino de la Casa de las Ciencias, la Domus y, claro, el Aquarium Finisterrae. «Podría contaros mil historias sobre este libro de mi niñez y sobre esta edición en concreto», perfiló emocionado. Por cuestiones de horario, mil no contó. Pero sí contó una que bien vale un millar. Resulta que este libro, que ayer recibía la alcaldesa Inés Rey en nombre de toda la villa coruñesa y del que solo hay catalogadas 12 copias en el mundo, fue la primera encuadernación completa e ilustrada que existió de la obra. Ojo, no la primera traducción al español, sino la primera a secas.
Y es que, tal y como relató Núñez, este título concreto vio antes la luz en castellano que en francés. Se debe esto a que, en su lengua original, la historia se fue liberando de a pocos, en fascículos. El lanzamiento de un tomo íntegro en su idioma germinal no llegó hasta 1871 —dos años después de que varios volúmenes asomaran el hocico en los mercados ibéricos—.
«20.000 leguas de viaje submarino es el trabajo más emblemático de Julio Verne, que es a su vez el mejor escritor de ciencia ficción de todos los tiempos. Y esta edición que tenemos aquí es la más importante del mundo, porque fue la primera», proseguía Núñez. Sin olvidar que la ría de Vigo tiene un lugar señaladísimo en esta narración emblemática.
La de Verne es, sin duda, una novela casi mitológica. Con una fuerza que supera las nociones del estilo o de la forma. La clase de literatura que se infiltra en los departamentos divinos de la creación de mundos. La que hace a un niño como Moncho Núñez crecer con la determinación de diseñar un acuario para su ciudad y de bautizar Nautilus a su espacio principal. Gastón, por cierto, pasaba de vez en cuando. Como queriendo enterarse de lo que allí se hablaba.