Felices más de 40.000 con Maluma

Montse García Iglesias
montse garcía SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

El colombiano fue el rey de la segunda jornada de O Son do Camiño en la que también triunfó el argentino Trueno

17 jun 2023 . Actualizado a las 08:39 h.

Maluma refrendó su reinado en la música latina en el Monte do Gozo. No es la primera vez que su poder queda patente en Santiago. Hace más de cinco años, en el Multiusos Fontes do Sar, en septiembre del 2017, el colombiano había conquistado a ocho mil seguidores. Pero ayer ese ejército de rendidos a sus pegadizas melodías se quintuplicó a partir de la medianoche en un anfiteatro lleno. Su Felices los cuatro se transformó en felices las 40.000 personas que cada día peregrinan hasta O Son do Camiño. El público se entregó y se movió al ritmo que marcaba el colombiano, en un concierto que abrió en sus primeros compases con Coco LocoHawai, para continuar con Madrid y Corazón. Para la recta final, el colombiano había reservado Vente pa cá, Chantaje, Mala mía, 4 babys y Junio.

Maluma buscó convertir su actuación en una noche especial, con diálogo permanente con el público desde el inicio. «Estamos de celebración. Es el primer concierto de mi gira por Europa», afirmó el colombiano poco después de agradecer «el amor y el cariño» recibido. Es más, recordó su actuación anterior para afirmar que «en Santiago me siento como en casa». Fue más de una hora de propuesta en la que los asistentes no solo corearon sus temas, sino que tampoco pararon de moverse. 

En esta segunda jornada, los asistentes se mostraron un poco más rezagados a la hora de entrar en el recinto, pero eso no restó tampoco energía desde que el compostelano Futuro Alcalde dio el pistoletazo de salida, sorprendiéndose por la calurosa acogida del público que en ese momento le seguía a la sombra del escenario. Un excelente sitio, además, teniendo en cuenta que se rozaban los treinta grados. Allí se situaron un grupo de amigas a la espera de ver en primera fila a Mora, que junto a Alesso tenían que poner el broche al día.

Aunque el sol estaba casi escondido, la temperatura la elevó mucho el argentino Trueno, cuando saltó al escenario poco antes de las diez. Solo precisó poner un pie sobre él y el anfiteatro sucumbió ante su música. El argentino buscó en todo momento la interacción con un público que durante la hora de su actuación no paró de mover los brazos. «Es mi primera vez en Galicia», aseguró poco antes de explicar que era «increíble» la respuesta. Con la interpretación del tema Mamichula —coreado ampliamente por los festivaleros— afirmó que «sin público no hay artista». Y el rap —con canciones a las que cambió la letra haciendo referencia a la noria y a O Son do Camiño— dejó paso a la banda indie británica The Kooks, que tuvo el reto de mantener la energía que desprendía el anfiteatro antes de la figura del día, Maluma. Y lo hizo con algunos de sus hits, como el Naïve final después de que Luke Pritchard diese las gracias a Santiago.

Concierto de Xoel López, en O Son do Camiño
Concierto de Xoel López, en O Son do Camiño Sandra Alonso

Con anterioridad, el festival se había movido en esa apuesta ecléctica que provoca que en el escenario se sucedan con un par de minutos de diferencia estilos muy distintos. Cuando Xoel López se citó con el público a las ocho de la tarde, el recinto ya presentaba una gran entrada. El gallego dejó para el postre de su actuación esos temas que nunca pueden faltar en su repertorio, con los asistentes coreando Lodo antes de un final en el que varió la letra para hacer referencia a O Son do Camiño. Tomó el testigo una descarga de rock brutal desde el primer minuto de los australianos Wolfmother.

En los primeros compases dela tarde, a Futuro Alcalde le siguió otra banda gallega que se está haciendo un hueco a pasos agigantados en la escena musical. Fillas de Cassandra, el dúo formado por María Soa y Sara Faro, conquistó. Le siguieron la banda Niña Polaca y el dúo Delaporte, cuyo pop electrónico lo convertía en una cita ineludible para un buen número de incondicionales. Esas primeras horas de la tarde las completaron el indierock del cuarteto femenino madrileño Ginebras, que dejaron entrever la posibilidad de su regreso a Galicia en el marco de su gira: «Nos gustaría hacer esto más largo», afirmaron. Antes, habían animado a un grupo a elevar la bandera arcoíris en apoyo a las personas LGTBI.

No todo O Son do Camiño está en el anfiteatro ante los dos escenarios gemelos. Hay un tercer punto de referencia musical que puede pasar desapercibido a gran parte del público. En la zona más alejada de los dos accesos principales y próximo al cámping, está el reino de la música electrónica, con menos apretujones, pero también con un público fiel. Son los últimos en empezar, ayer Karras Martínez abrió el fuego a las 19.30 horas, pero también es el último escenario en apagarse.